Nuestros productos cosméticos son grandes aliados para nuestra belleza, pero también pueden atentar en contra de ésta si no se tiene el cuidado debido.
Desafortunadamente solemos olvidar que estamos hablando de productos que están en contacto constante con nuestra piel y que por ende todo lo que descuidemos en ellos afectará no solo la estética sino salud de la misma.
Es por esto que te recomendamos algunos puntos básicos pero realmente importantes a la hora de manipular tus cosméticos.
No guardarlos en lugares húmedos
Lugares como el baño parecerían el sitio más común para guardar nuestros cosméticos, sin embargo son el peor lugar ya que la humedad está siempre presente aunque a veces es invisible y si nuestras brochas o aplicadores se llenan de hongos ¿te imaginas lo que le pasará a nuestra cara?
Lavar tus brochas y esponjas
Entre residuos de maquillaje, sudor, células muertas, polvo, etc., las brochas, esponjas, aplicadores y pinceles se vuelven un foco de infecciones, por lo tanto hay que lavarlas periódicamente aunque también hay que aprender a hacerlo para conservarlas en buen estado.
Sigue leyendo; Cómo lavar tus esponjas, brochas, pinceles y aplicadores

No compartirlos
Ni siquiera entre familia, aunque sean invisibles a nuestros ojos cada persona tenemos nuestras propias bacterias y hábitos de higiene así que los cosméticos deben ser de uso estrictamente personal.

Revisar caducidad
Algo que muy pocas veces hacemos pero lamento informarte que los cosméticos caducan, algunos más rápido que otros así que es importante estés al pendiente de ellos y revises periódicamente su vencimiento, pero independientemente de esto tienes que revisar su estado en general, si cambia de olor o consistencia entonces es hora de desecharlo.

Cierra y almacena correctamente
Para evitar que tus cosméticos se derramen, sequen, humedezcan o echen a perder asegúrate de cerrar bien sus tapas y de almacenar como es debido ya que hay productos que requieren refrigeración así como otros deben mantenerse lejos de la luz del sol.
Guárdalos en un lugar limpio y ordenado de fácil acceso
Por último pero no menos importante está la manera de ordenarlos y manipularlos, asegúrate de que puedas tomarlos de manera accesible, de lo contrario al manipularlos en exceso podrías romperlos o derramarlos.
