Los tatuajes han existido durante años, no es algo que acabe de descubrirse o de estar en boca de todos, pero lo que sí la moda va planteando es el tipo de diseños, colorido, zona dónde hacerlos y en este caso el material.
Dependiendo de la tendencia es como muchas personas deciden si un tatuaje es o no para ellos. Si bien hemos visto desde tatuajes tradicionales hasta los temporales de henna por ejemplo ahora seguramente ya habrás escuchado sobre los tatuajes en tinta blanca, pero espera…antes de decidir por uno así aquí te ayudamos a entender un poquito más de qué se tratan.
Usualmente los tatuajes son dibujos a base de inyección de tinta en nuestra piel que va desde negra hasta otros colores llamativos por lo que son muy visibles al ojo, aunque en este tipo de tatuajes la tinta blanca también se usa para corregir o resaltar detalles en algún momento se decidió experimentar con tinta blanca como base para tatuar.
La ventaja podría ser que son menos llamativos, si tienes ganas de hacerte un tatuaje pero no te gustaría llamar mucho la atención entonces quizá uno de tinta blanca sea lo tuyo, por otro lado al sanar estos tatuajes quedan como un tipo de cicatriz (claro que una con un diseño muy bonito).
Sin embargo también tienen sus desventajas por ejemplo al ser una tinta con poco pigmento se puede borrar el tatuaje al poco tiempo, así como las pieles morenas requerirán de un trabajo muy marcado para que se pueda notar.
Los trazos a diferencia de un tatuaje tradicional deben ser más gruesos para que se alcance a notar así que si bien un tatuaje blanco es discreto por un lado, también es menos delicado por otro.
Es difícil encontrar un tatuador que se anime a hacer este trabajo ya que no están muy de acuerdo con dicha tendencia, se cree que este tipo de tatuajes son impredecibles y se distorsionan con facilidad.
En resumen si quieres ir con las tendencias y probar; adelante, la recomendación sería hacerte un tatuaje pequeño para que puedas valorar los resultados.
