Ingredientes
- Verduras de tu elección (aquellas que puedas manejar tanto en los cortes como a la hora de calentar para que no pierdan su consistencia) por ejemplo papas, zanahorias, calabazas, rábanos, betabel, etc.
- Sal
- Papel de cocina
- Recipiente para horno o microhondas
- Cuchillo con filo o rallador
- Tabla para picar
Modo de preparación
Lava perfectamente todas las verduras, si lo que buscas es un atractivo visual crea una mezcla entre diferentes coloridos pues dicen que de la vista nace el amor, si lo requieren puedes quitar la cáscara o bien dejarla solo asegúrate de haber desinfectado a la perfección cada pieza.
Comienza cortando cada verdura en láminas delgadas pero que no se rompan con facilidad, de 1/2 cm de ancho estarán bien. Si te es más cómodo puedes utilizar el rallador.
Una vez tengas todas las láminas te recomendamos colocarlas sobre el papel absorbente y espolvorear con sal en la superficie, de esta manera además de realzar el sabor estás eliminando el exceso de agua de las verduras y poder hornearlas con mayor facilidad.
Ahora elije si las quieres elaborar al horno o de forma más práctica aún, para la primer opción solo debes colocar las rodajas sobre una charola para horno engrasada previamente con aceite en spray, y comienza a hornear hasta que las verduras queden secas y crujientes, no hay una hora específica ya que depende mucho de las propiedades de la verdura en sí y qué tanta agua contenga pero puedes irte de media hora en media hora revisando tu horno.
Si es en microondas de igual manera coloca las rodajas sobre un recipiente plano y comienza calentando de 2 a 3 minutos, observa el proceso para que no se quemen en lugar de solo deshidratarse.
Una vez terminado el proceso puedes dejar enfriar al aire libre y almacenar en una bolsa hermética o un recipiente con tapa bien sellado para que mantengan la consistencia crujiente. Acompaña con algún dip o de manera natural.
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