Sabemos que como madres, trabajar desde casa es una muy buena opción, sino es que la mejor e incluso a veces la única que tenemos para poder cuidar de nuestros hijos y generar ingresos al mismo tiempo.
Cuando buscas combinar tu parte profesional con la maternidad te enfrentas a muchas dificultades; dónde o con quién dejarlos encargados, cuánto tiempo dispones para ausentarte, cuánto debes invertir y mil etcéteras más que quienes hemos pasado por esta situación entendemos perfectamente.
Por fortuna la industria del trabajo se ha modernizado, expandido y diversificado cada vez más, ofreciendo fuentes de trabajo adaptables a cada necesidad y es aquí donde entramos nosotras.
Trabajar desde casa es posible, sin embargo así como suena de maravilloso, también puede resultar en fracaso si no se sabe llevar bien pues como cualquier empleo requiere de compromiso y concentración, es por ello que aquí te damos algunos consejos para que logres combinar tus dos prioridades y así tener éxito tanto en tu labor como madre como en tu profesión.
Organízate
Antes de comenzar a trabajar crea un plan de trabajo, establece un horario y tus metas, la idea es que tengas un esquema y no trabajes conforme la marcha porque esto es lo que provoca nos comamos entre actividades.
Empareja tus tiempos con los de tus pequeños
Aprovecha los tiempos en que tus hijos duermen, están jugando o se han ido con los abuelos, así podrás avanzar mucho más en tu trabajo sin sentir que les estás restando atención o descuidando.
Crea un espacio idóneo
A veces el cerebro necesita ayuda, si trabajas en pijama sentada en la cama puede que te cueste más concentrarte si lo haces sobre un escritorio ya vestida, crea un lugar de trabajo incluso si éste es dentro de tu mismo dormitorio, pero uno donde tus sentidos despierten y estás lista para activarte.
Creértela
El principal error que cometemos al no pertenecer a une empresa en tiempo y forma convencional, es que no nos la creemos, minimizamos nuestro trabajo y le restamos la importancia que merece y esto es dejar la puerta abierta para el fracaso. Contrario a ello debemos creer que nuestra labor es tan importante como cualquier otra y debemos hacerla bien.
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