Hay una planta cuya flor no solo impresiona por su tamaño sino también por su belleza. Nos referimos a la planta de girasol. Esta hermosa planta es originaria de América del Norte y desde allí se propagó a México y Perú donde fue muy venerada por los aztecas y los incas. Desde América el girasol fue llevado a España y desde allí se extendió a Europa. Su nombre científico es Helianthus annuus y pertenece a la familia de las Asteráceas.
Tiene un importante valor comercial y ornamental ya que no sólo su flor es muy apreciada por su belleza sino porque también de esta planta se extrae uno de los aceites más usados en las artes culinarias, el aceite de girasol.
El girasol es una hermosa planta de vida anual cuya flor se asemeja a la margarita pero es de dimensiones mucho mayores y además presenta heliotropismo, es decir, ella gira orientándose siempre hacia el sol, de allí su nombre de girasol.
Al igual que con la margarita lo que observamos como una gran flor es en realidad una inflorescencia constituida por flores diminutas que forman un disco de color amarillo dorado. La planta puede alcanzar unos dos metros de altura y aunque su tallo es recto, las flores que aparecen en su ápice terminal pueden doblarse por su peso.
El verano es la temporada cuando florece el girasol. Y la primavera es la época donde sembramos las semillas o pipas de la planta. Hay muchas variedades de girasol, unas adecuadas para un cultivo intensivo profesional y otras para su cultivo en jardines urbanos. Pero dado que es una planta bastante rústica y poco exigente, podemos cultivarla en macetas o en el suelo directamente.
Cuidados del girasol
El girasol es una planta que podemos reproducir a través de las semillas en forma de pipas, cuyo color depende de la variedad o especie que cultivamos. Aunque es una planta resistente, siempre requerirá de ciertos cuidados, algunos de los cuales te presentamos a continuación.
Suelo
La planta de girasol requiere de suelos ricos en materia orgánica pero que tenga como característica un buen drenaje del agua. Por ello también requiere de un cierto porcentaje de arena. Sin embargo, esta planta puede prosperar en suelos pobres porque tiene una gran capacidad de adaptación.
Riego
Como regla general debes regar las plantas de girasol cuando la tierra se muestre seca, pues aunque no lo creas aprovecha más el agua cuando está en estrés hídrico. Sin embargo debes manejar esto con cuidado y conseguir un balance en la frecuencia de riego para determinar cuánta agua se le debe echar a un girasol ya que si no lo haces en el momento indicado puedes afectar el crecimiento de las flores y los frutos. Debes entonces tener cuidado para establecer el momento oportuno de cómo regar un girasol, y te recomendamos no mojar sus flores y tallos para que no sea atacado por hongos.
Temperatura
Esta planta se adapta muy bien a la variación de temperatura ambiental aunque las temperaturas óptimas de crecimiento y floración está en el rango de 20 °C a 25°C.
Ataque de plagas
Debes revisar con frecuencia tus plantas de girasol para detectar a tiempo el posible ataque de plagas de larvas y orugas a las que es muy susceptible.
Si llegaras a encontrar algunos de estos gusanos o similares utiliza un buen producto para atacarlos de los que venden en el mercado.
Como sembrar girasol
Para reproducir girasol lo ideal es hacerlo a través de las semillas o pipas. Esta siembra dependerá de las características climáticas de temperatura, humedad y tipo de suelo, por lo que depende entonces del clima del sitio donde cultivaras girasol. Por lo general la siembra se hace en la temporada de primavera para así obtener frutos en el verano.
El factor más importante es la calidad del suelo y la temperatura climática. Si estamos en un sitio con primavera cálida y suelos ricos, coloca las semillas a una profundidad de 5 a 6 cm en el suelo. Si el lugar de cultivo se caracteriza por una primavera seca y de suelo pobre, entonces planta a mayor profundidad, de 7 a 9 cms.
Para establecer tu jardín con girasoles debes tomar en cuenta que es una planta que requiere de espacios amplios ya que alcanza un buen porte en altura. Pero también puedes sembrarla en maceta. Si te preguntas cómo cuidar un girasol en maceta pues no te preocupes mucho, debes estar atento a que la maceta sea grande, tenga una buena cantidad de materia orgánica y drene muy bien el agua. Lo que más debes atender es la frecuencia de riego, la cual debe ser mayor.
Si siembras girasoles en tu jardín recuerda debes espaciarlos convenientemente entre ellos, siembra dejando un espacio de unos 20 cms entre las plantas y unos 80 cms entre hileras de ellas. Por supuesto que el girasol requiere de al menos 6 horas de irradiación solar para que sus flores se abran completamente.
Usos del girasol
La planta de girasol en sí y sus frutos o semillas son muy apreciados. De alto valor ornamental los capítulos florales no sólo embellecen el jardín de una manera espectacular, sino que el porte y altura de la planta también impresionan.
No todas las variedades tienen el mismo uso o utilidad. Encontramos unas de porte pequeño que se cultivan en jardines por su conveniente tamaño. También hay variedades de las que se extrae aceite de girasol, cuyas propiedades brindan excelente beneficios a la salud. Reconocido es por su gran aporte de vitamina E pues contiene casi el 70% de los requerimientos diarios.
También es rico en vitaminas B, betacaroteno (Vit A) y minerales como el calcio, potasio y magnesio. Por otro lado también a partir del cultivo de algunas variedades puede obtenerse un tipo de combustible ecológico llamado bio diesel.
Cómo ves, el cultivo de girasol aporta grandes beneficios al hombre y no es de difícil mantenimiento. Atrévete y comienza a cultivar girasol en tu jardín y podrás disfrutar de hermosas y grandes flores y de semillas muy nutritivas para tu cuerpo.