Nuestros días son tan ocupados que ni siquiera una noche entera funciona a veces para recuperarnos, por lo que iniciamos el siguiente arrastrando el cansancio del día anterior y así sucesivamente.
Ligado al cansancio comienza a haber falta de motivación, de energía, de ánimo y por ende mal humor y estrés; comenzamos a quejarnos de todo, a ver el lado negativo a dejar de disfrutar y a simplemente no querer ni despertar ¿qué horrible no? Culpamos a cada día nuevo día por nuestro pesar y la pila de responsabilidades que tenemos, lo cansados que estamos, etc., en lugar de contemplar cada día por lo bueno que nos trae y como una oportunidad para iniciar de nuevo, pero esto puede cambiar si así lo queremos…todo nuestro completo día puede ser diferente con solo mentalizarnos y darnos unos minutos por la mañana para así plantearlo:
Programa tu melodía favorita
Despertar con nuestra melodía favorita es un buen comienzo, al hacerlo así automáticamente cambias el switch de tu estado de ánimo además de poner tus sentidos en alerta más rápido.
Tómate unos minutos para despertar
No saltes de la cama, programa tu despertador con el tiempo suficiente para poder estirar todo tu cuerpo por completo, respirar profundo e irte incorporando lentamente, permítete despertar como es debido.
Haz una lista de tus actividades
Si no acostumbras llevar una agenda, por lo menos enlista tus actividades del día y así puedas irte programando desde el inicio.
Plantea lo positivo
Estamos acostumbrados a pensar en preocupaciones y cosas negativas, cambia esto; decreta los logros que tendrás el día de hoy y ve por ellos.
Comienza con el pie derecho
Desayuna bien, deja tu ropa ya lista la noche anterior, sal con tiempo de casa etc., pequeños detalles que harán la diferencia.
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