¡Ay el amor! En cuestiones amorosas podemos disfrutar o sufrir por igual y aunque desearíamos quedarnos solo con las cosas buenas, todo absolutamente todo nos trae una lección.
Cuando nos rompen el corazón no siempre entendemos qué provecho podría traer una situación así a nuestras vidas, al momento el mundo se nos viene encima y nos sentimos derrotadas, desanimadas, la vida se cae a pedacitos mientras nuestra alma literalmente se congela. Quizá recuperarnos tome meses, quizá años, quizá simplemente sintamos que no podemos superarlo pero créeme, sea como sea, después de un corazón roto nada será igual y no me refiero a la tristeza infinita sino a la experiencia que esto trae a nuestras vidas.
Te das cuenta de tus errores
Cuando tienes el corazón roto un golpe de humildad te azota y esto te ayuda a ver tus errores y aunque la otra persona haya sido la culpable, aprendes a sacar provecho de la situación.
Maduras en el amor
A grandes tropiezos, grandes lecciones y muchas veces mientras más grande es el sufrimiento, más grandes es el aprendizaje.
Te vuelves más realista
Aprendes que de amor no se vive, que la luna y las estrellas no significan nada, que en el amor los hechos son los que cuentan y que el respeto es la base de todo.
Aprendes a confiar en tu instinto
Seguramente muchas fueron las señales que ignoraste por que te sentías con maripositas en la panza, después de un corazón roto aprendes a hacerte más caso.
Eres más analítica
Antes de dejarte enamorar de nuevo, tu roto corazón te enseña a poner más atención a los detalles, a cuadrar historias y a enamorarte de la realidad.
No te marean tan fácil
Más aún cuando te rompieron el corazón más de una vez vas tomando experiencia y dejas de ser ingenua.
Te tomas tiempo para ti
Muchas veces tener un corazón es algo muy bueno pues nos obliga a darnos un break y en ese inter podemos descubrir grandes cosas que no necesariamente están ligadas al romance.
Valoras más a la gente buena
Cuando te topas con patanes, aprendes a diferenciar y valorar más a aquellos que son todo lo contrario.
Te vuelves más selectiva
Un corazón con cicatrices se vuelve más cuidadoso a la hora de elegir quien entra de nuevo y eso es algo muy bueno.
Conoces a quienes te rodean
Cuando te sientes vulnerable tras una decepción amorosa te das cuenta de quienes realmente te extendieron la mano.
Te alejas de esa relación
Muchas veces no logramos alejarnos de alguien que nos hace daño hasta que toca fibras sensibles y son estas fibras las que nos dan el valor que necesitamos.
Aprendes a valorarte
Experiencias de este tipo te enseñan que vales mucho y lo primero es amarte a ti misma antes que a los demás.
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