Sublimación

La sublimación es un mecanismo de defensa (inconsciente) que consiste en reemplazar un impulso sexual o agresivo, que es inaceptable desde el punto de vista social; por otro, que es socialmente aceptable. De esta manera, el deseo primitivo puede ser realizado, aunque con cierta “modificación”. Para exponer un ejemplo sencillo, podríamos citar el caso de una persona casada, que en vez de engañar a su pareja, manteniendo relaciones sexuales extramatrimoniales; comienza a dedicarse a escribir poemas románticos.

Con la sublimación, queda visiblemente expuesta la presión que ejerce la cultura en cada uno de nosotros; y de qué manera nos conduce al logro de metas admisibles culturalmente.

De acuerdo a Freud, gracias a este mecanismo es posible la actividad creativa, el arte, la religión, la política, la ciencia, la literatura, el trabajo, y todas las funciones mentales superiores. Incluso la civilización misma, dependería de este mecanismo. Esto sucede, debido a que, mediante la sublimación, la energía “contenida” en los impulsos, se redirecciona hacia otra meta u objetivo más “elevado”.