Crisis de la adultez

Las crisis de la adultez pueden ser oportunidades para crecer, expandir nuestros límites y vivir más plenamente; o bien pueden convertirse en hechos limitantes, agobiantes, y que terminen por restringir desarrollo de nuestras vidas.

De acuerdo a Levinson, los períodos críticos de la adultez concuerdan con los cambios de década; es decir, los 30, los 40, los 50… Este psicólogo sostiene, por ejemplo, que a los 30 años de edad, los compromisos y decisiones que se tomaron en la adolescencia son reexaminados; sean éstos de índole laboral o personal. Es un momento sumamente importante para re-direccionar la vida; dada la energía con que se cuenta y la flexibilidad de la personalidad.

Alrededor de los 40, sobreviene la llamada “crisis de la mitad de la vida”. En este momento, el replanteo se ciñe en torno a lo que se hizo y no, lo que se ha logrado y lo que aún falta… Vaillant sostiene que para un adulto sano esta etapa señala la oportunidad para revigorizar la vida y enfrentar nuevos retos.

Si bien las crisis de la adultez no han sido estudiadas en profundidad, en comparación con las crisis de la infancia y la adolescencia; podemos decir que el resultado de las mismas dependerá en gran medida de la historia personal, y de las herramientas internas y el apoyo externo con el que contemos.

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