Lograr que finalmente nuestros hijos duerman en su propia habitación es todo un reto, tanto para ellos como para nosotros los padres que os quedamos noches en vela preocupados por el bienestar de los pequeños sabiendo que ya no los tenemos tan al alcance como cuando estaban en su cuna junto a nuestra cama o incluso durmiendo a nuestro lado, sin embargo es parte del desarrollo sano de los niños dar este gran paso.
La mejor manera de sentirnos tranquilos y brindarles esta tranquilidad a ellos es brindándoles las mejores herramientas así como el ambiente adecuado a la hora de irse a la cama por lo tanto aquí algunos consejos que te ayudarán de manera inmediata y gradualmente a lograrlo.
Una cama adecuada
Si no quieres tener el pendiente toda la noche por si tu hijo va a rodarse y caer de la cama, entonces puedes comenzar con un colchón bajo o una cama aún con barandillas que impidan un accidente ocurra y los despierte a todos en plena noche.
Acompáñalo antes de dormir
Aunque le expliques perfectamente que debe dormir solo bien puedes acompañarlo hasta que el sueño le venza, esto le dará confianza y estrechará lazos, proporcionando a su vez espacio e independencia para ambas partes.
Establece rutinas
Cuando hay una nueva vivencia en el día de un pequeño, es mejor establecer y seguir rutinas durante un tiempo hasta que se acostumbre y adapte esta nueva etapa. Las cosas serán más sencillas a la larga.
Un baño y cena ligera
Ayuda a que tu hijo se sienta cómodo y relajado, un baño ayudará a que duerma mejor y en la cena evita azúcares o alimentos sobre estimulantes.
Cuida su entorno
Antes de dejarlo solo asegúrate de que esté seguro, cómodo y protegido, que su ropa lo abrigue, las cobijas estén bien puestas, no haya juguetes en su cama, la ventana esté cerrada, los protectores en los enchufes etc., con esto también tú te sentirás segura y podrás descansar tranquila.
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