El alimento más importante del día es el desayuno, desafortunadamente, también es donde los padres más batallamos para lograr que nuestros hijos lo coman.
Aún no logro entender por qué a cierta edad los niños pierden el apetito y lo que antes era parte de la rutina, de repente se vuelve una batalla épica día con día.
Lo que sí sé, es que el gusto va cambiando a medida que crecemos, así que por ahí debe estar la respuesta, si nos ponemos en el lugar de los niños a tempranas horas del día, ¿qué es lo que se nos antojaría comer?
Lo mejor es darles opciones lo más completas posibles para que con poco que logren comer estén bien nutridos y preparados para su día, recuerda esto y la siguiente regla es, de la vista nace el amor, incluso para la comida, sobre todo en esta etapa tan difícil con los hijos donde debemos buscar motivarlos.
Desayunos tan simples como salchicha, huevo y panqueques pueden tomar un rumbo muy diferente con algo de imaginación, por ejemplo, decora el platillo cortando y asando la salchicha como lo haces regularmente pero dale primero la forma de un pulpo, el huevo puede ser cocido qué tal si lo decoras con rodajas de verduras para hacerles una carita.
Corta los panqueques con cortadores de galletas para darles distintas formas, otra idea es utilizar colorantes naturales así puedes ofrecerles huevo revuelto verde o azul que hará volar su imaginación.
En lugar de pollo cocido o asado, prueba con un empanizado integral o de verduras, el sabor frito es uno de los preferidos de los niños pero si usas estas opciones no tendrás que preocuparte mucho.
También puedes utilizar los colorantes para añadir más vida a un licuado de frutas, recuerda que están en la etapa de la estimulación y todo esto además de despertar sus sentidos les dará tentación probarlos.
