Aunque se promueve mucho lo que es la lactancia como fuente exclusiva de alimento para el bebé, muchas veces se necesita una manita extra, sobre todo cuando nuestros bebés necesitan de aditamentos especiales que beneficien alguna deficiencia de salud. Bebés que han nacido prematuramente, que no pueden succionar con éxito, que están hospitalizados o nacen con alguna necesidad específica.
Para estos casos la leche en polvo puede no solo complementar la nutrición del bebé incluso como madre te puedo decir, que la leche en polvo puede salvarles la vida.
Ahora, hay varias cosas que debes saber en cuanto a este tipo de alimentación para tu bebé; la leche en polvo debe ser especial y prescrita por el médico pediatra ya que no solo se trata de darles leche en polvo, sino la mejor según sus características, edad y necesidades.
Existen las leches en polvo y las fórmulas, como mencioné antes ésta debe ser recomendada por el pediatra.
Puedes combinar la leche materna junto a la leche en polvo, si tienes la posibilidad de seguir amamantando puedes hacerlo pero depende de cada caso ya que hay madres que no producen suficiente leche, están tomando medicamento o por algún problema de salud no deben darle leche a sus bebés.
Cuando este sea el caso deberás frenar la producción de leche si así te lo recomienda el médico o esperar a que poco a poco se vaya acabando ya que es la misma manilupación del bebé al seno lo que hace que se produzca la leche, cuando esta interacción se interrumpe, simplemente la leche disminuye hasta dejar de tenerla.
La transición de leche materna a leche de polvo debe ser paulatina, introduciéndola poco a poco para poder observar cualquier reacción desfavorable por parte de nuestros hijos, recordemos que a estas alturas no son capaces de expresar sus malestares así que todo depende de nuestra capacidad de observación: heces duras o demasiado blandas, olor fuerte, llanto inconsolable, gases, estreñimiento, distensión abdominal hasta ronchas o hinchazón son señales de que la leche elegida no ha caído bien y se debe buscar otra.
Un ejemplo del proceso introductorio de leche en polvo es dar de mamar el pecho y una onza adicional de leche en polvo, o bien dar una mamila con leche de mamá 3 oz y agregar 1 oz de leche en polvo, al siguiente día avanzar a 2 oz de leche de mamá y 2 oz de leche en polvo, un día más avanzar 1 oz de leche materna y 3 oz de leche en polvo y así hasta que preparemos la fórmula en su totalidad.
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