Todas visualizamos la etapa del embarazo como algo bello y mágico, cuando nos imaginamos siendo madres lo hacemos en un escenario de completa tranquilidad, añorando esa pancita de la que todos hablan y cómo por arte de magia volveremos a la normalidad después para seguir disfrutando a nuestro nuevo(s) bebé, fin del cuento….
Aunque muchas mujeres afortunadas tienen embarazos sin complicaciones salidos de un cuento de hadas, la realidad es que un embarazo puede ser completamente sorpresivo en cuanto a su evolución, incluso la diferencia en síntomas, desarrollo y efecto entre un embarazo y otro de la misma madre pueden ser muy marcada.
El embarazo es una etapa de cambios significativos, solo basta entender que nuestro cuerpo tiene que adaptarse a la presencia y desarrollo de otro ser humano y es por ello que muchas veces las cosas no salen tan bien como esperábamos, muchas enfermedades o situaciones salen a flote en el embarazo, aunque también es cierto que muchas otras se aminoran, como dijimos en un principio es cuestión de cada cuerpo, sin embargo es importante conocer ambas caras de la moneda y así cuando pensemos o planeemos un embarazo lo hagamos de manera consciente.
A pesar de ser un proceso súmamente natural en el ser humano también debemos considerar los grandes cambios a los que la sociedad se está sometiendo y que esto afecta de una u otra manera, por ejemplo la edad reproductiva de la mujer se está recorriendo cada vez más, ahora las mujeres estamos sometidas a estrés y constante esfuerzo físico y mental, las relaciones personales son cada vez más difíciles y muchas enfermedades actuales se deben al estilo de vida, además de esto la amplia apertura a la información es también un arma de doble filo para casos serios.
Es por esto que un embarazo debe planearse considerando tanto el sueño color de rosa como las posibles complicaciones buscando así el bienestar de todos los involucrados.
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