El peor error de los padres, es creer que sus acciones no afectan directamente a los hijos, hay muchos padres que tienen hijos sin concientizar lo que es la responsabilidad de su cuidado y el cómo ellos se encuentran vulnerables ante cualquier acción de manera directa o indirecta.
El que seamos los adultos los responsables del cuidado de los más pequeños no es lo mismo que tratarlos como subordinados, y muchas familias hacen eso, minimizando las necesidades de los niños que a pesar de su corta edad están moldeándose y son personas.
Las peleas, separaciones y todo tipo de violencia experimentada entre adultos afecta de una u otra forma a los hijos y este daño puede manifestarse tarde o temprano, de manera simple o realmente dolorosa.
Por lo regular relacionamos este tipo de traumas a acciones muy evidentes como la ausencia de uno de los padres o la agresión física, pero son muchas las formas que pueden alterarlos y la infidelidad entre sus padres es una de ellas.
Pierden confianza en sí mismos
Piensan que son los causantes de la pelea entre sus padres, ellos no entienden de problemas de adultos y sienten la traición como algo personal.
Pierden confianza en los demás
Saben que la traición existe y como no entienden la razón dejan de confiar en todo y todos.
Repiten el patrón
Crecen viendo al maltrato e infidelidad como algo normal.
Se vuelven agresivos
Ya sea porque ese es el patrón que aprenden o como una forma de externar su enojo.
Crecen con pánico
Los niños así crece inseguros y pensando que nada es duradero.
Apego o desapego emocional
Este tipo de traumas pueden afectar de diferente manera a las personas, habrá niños que crezcan aprendiendo a no depender de nadie mientras que otros se sentirán más aferrados a las personas y cosas.
Maltratan a las mujeres u hombres
Cuando finalmente creen que pueden hacer justicia por sus propias manos liberan sus traumas.
Se sienten divididos
No saben si elegir a papá o mamá y se sienten culpables y confundidos con dicha decisión.
No creen en el amor
Crecen sabiendo o pensando que el amor no es real o crean una versión bizarra de éste.
No se comprometen en nada
La infidelidad no es más que la demostración de una falta de compromiso, respeto y honestidad y eso lo aprenden los niños.
Se sienten confundidos
La mayoría no entiende lo que sucede y crecen así.
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