Una vez ya tenemos su confianza y sabemos que podemos interaccionar con él sin que se asuste y echemos hacia atrás todo el proceso conseguido es hora de tener en cuenta que comportamientos podemos ir modelando.
Lo primero sería poder coger a nuestro ave sin problemas o que se suba a nuestra mano. Para ello lo que debemos hacer es comenzar a premiarle con algún tipo de alimento cada vez que se vaya acercando a nuestra mano de manera que aprenda que, emitir ese tipo de comportamiento, tiene recompensa.
Una vez conseguido que se acerque a nuestra mano deberemos aumentar el nivel de exigencia para conseguir la recompensa. De esta manera, podremos empezar a darle solamente el premio cuando haga el intento de subir a nuestro dedo, posteriormente cuando se suba a nuestro dedo y así sucesivamente.
Si llevamos a cabo este proceso de manera adecuada llegará un momento en el cual podremos coger a nuestra mascota sin problemas.
Sacarlo fuera de su jaula es otro de los comportamientos que suele resultar más interesante a los adiestradores. Lo más normal es que al principio traten de escaparse y revoloteen por la habitación de manera que debemos tener cuidado. Lo que podemos hacer, al igual que en el caso anterior, es ir ofreciéndole golosinas para que, poco a poco, sea él quien vaya saliendo de la jaula.
Poco a poco iremos consiguiendo que nuestra mascota se habitúe a salir y le gustará hacerlo.