Has soñado con que eres un gran rey o una hermosa reina pero… ¿te falta algo? Qué tal una gran y brillante corona hecha con tus propias manos, ¿listos?
Necesitaremos una hoja grande de cartulina del color que sea, un rollo de papel aluminio o estaño (pídele a tus papás que te ayuden a conseguirlo y usarlo), pegamento en barra, tijeras (recuerda también pedir permiso y ayuda), recortes de las figuras y letras que más te gusten. Lápiz y regla.
Lo primero será cortar una línea gruesa del papel cartulina, como una gran tira. Tómala y rodea tu cabeza con ella, para medir cuánta necesitas para hacer tu corona a tu tamaño.
Pon tu dedo justamente donde se junte la cartulina alrededor de tu cabeza, ponla sobre la mesa sin quitar el dedo y marca con lápiz una pequeña línea. Ahora con la regla marca una línea recta donde pusiste la marca y corta el sobrante del papel, con la tira que te queda marca una línea que divida la cartulina a la mitad de forma horizontal es decir, acostada y luego dibuja unos triángulos sobre toda la parte de arriba sin pasar de la mitad. Córtalos con las tijeras, te quedará algo así:
A continuación corta una tira de papel de estaño o aluminio, colócala por debajo de la cartulina y comienza a forrarla toda por completo, no importa que se arrugue y se encimen, al voltearla verás que se verá muy bien y esa será la parte de afuera de tu corona, pega los extremos del papel y viene la parte más divertida, agrega los adornos que quieras o si lo prefieres en lugar de usar papel de estaño, busca una cartulina fosforescente o del color que desees.