Mucho se ha dicho sobre esta planta, el Pensamiento, pero no muchas personas saben que los pensamientos, son en realidad parientes muy cercanos de las violetas y por lo tanto comparten varias de sus características.
Los pensamientos son pequeñas plantas que pertenecen al género Viola, el mismo que el de las violetas (pero exceptuando a las violetas africanas). Al Igual que sus primas pueden encontrarse en estado salvaje en varios países. Su origen no se encuentra del todo definido, ya que se tiene registros de su existencia desde hace miles de años en Europa, África, América del Sur, Nueva Zelanda y Australia.
Pero, se comenzó a realizar el cultivo de en viveros y para fines ornamentales alrededor de 1542 en Europa. Los pensamientos y las violetas han ocupado un lugar especial dentro de las tradiciones, costumbres culturales, religiosas, creencias, dentro de la gastronomía e incluso e incluso en lo que respecta a la perfumería desde hace mucho.
Los griegos hacían amplio uso de las flores de violeta, como también de las de pensamiento, en sus rituales y ofrendas. Y tampoco podemos olvidar la célebre aparición de esta planta en una de las afamadas creaciones de Shakespeare, Sueño de una noche de verano.
En esta obra, se le atribuye a la flor de pensamiento la propiedad de hacer que alguien se enamore de la primera persona que vea al despertar. Creando así, todo un conflicto entre los personajes.
En su estado salvaje los pensamientos son en realidad plantas perennes, pero por fines ornamentales se las considera anuales o a sumo bienales. Pasado este tiempo las flores presentan menos fuerza y cantidad por lo que muchos viveristas recomiendan reemplazarlas.
Pueden llegar a medir a lo sumo unos 10 cm de altura, resultando ideales para hacer arreglos conjuntos con otras plantas o reunirlas en grupos de varios ejemplares de la misma especie.
Por su tamaño pueden ser plantadas en recipientes o también directamente al piso sin ningún inconveniente. Sin embargo no resultan ser plantas muy adecuadas para el interior de la casa por su gran necesidad de luz solar. Teniendo mejores resultados en el exterior.
Las flores de pensamiento, Viola tricolor, originalmente sólo podían encontrarse en pocos colores. Pero, con la hibridación realizada a lo largo de los años, en nuestros días es posible encontrarlos en una amplia variedad de colores y combinaciones. Claro que siempre manteniendo su característica mancha casi al centro de la flor.
Si deseas tener esta hermosa flor en tu jardín o terraza podrás encontrarla con facilidad en comercios y viveros, ya sea como pequeñas plantitas casi en floración listas para ser trasplantadas o también podrás adquirirlas en semillas.