El pequeño jardín es de exuberante verde, muy húmedo, de frondosa vegetación. La sensación de frescura impregna el ambiente. Cada piedra, cada hoja ha sido puesta con el mas de los esmerados cuidados, aunque parezca espontáneo cada elemento se ha colocado para recrear un ambiente solitario de montaña. Aunque es un espacio creado artificialmente la belleza natural es el valor más alto. Así que es realmente una copia de la naturaleza. No se pondrá nada que no esté en ella, fuera macetas, fuera mamparas.
Este gusto por lo simple y austero alcanzo un punto máximo con el famoso maestro de té Sen Rikyu, quien hizo una ceremonia respecto al espacio y a los elementos físicos concernientes al té con connotaciones metafísicas. Este es un camino que conduce desde la puerta de entrada a la choza de té y esta concebido como marco para la rustica cabaña de té. La palabra roji permite varia acepciones: “camino”, “paso” o “senda donde cayo el rocío” por la costumbre de mojar el camino y la vegetación circundante para que parezca fresco y brillante.
.El camino del roji esta compuesta por piedras planas de diferentes formas, que en un principio servia para aislar y evitar pisar el barro o musgo, pero también es un medio para enfocar la atención por donde uno camina. En algún lugar del camino se encuentra una piedra de mayor tamaño que invita al visitante a pararse y observar el paisaje.