Cuando hablamos de plomería pareciera que nos referimos a otro idioma, la mayoría relacionamos este tipo de trabajo con suciedad y malos olores y aunque efectivamente hay algo de cierto en el tema pues los conductos de plomería guardan residuos de todo tipo que crean esos olores o consistencias desagradables, hay ciertos trabajos que cualquiera puede hacer sin siquiera ensuciarse las manos.
Por ejemplo colocar un inodoro, para aquellos amantes de decorar, instalar y construir con sus propias manos, instalar un inodoro puede resultar una tarea muy fácil.
El proceso consta de dos pasos, primero se instala el inodoro y después el tanque; podría decirse que la primera etapa es la más difícil pues el material con que están hechas las tazas es realmente pesado y difícil de maniobrar, se puede quebrar o cuartear por ello hay que hacerlo con mucho cuidado y tras esto colocar y fijar los tornillos en concordancia entre los agujeros del mueble y el piso.
Una vez fijado el inodoro se le coloca cera en el cuello y se presiona bien para que no se mueva. A continuación seguiremos con el tanque, algunos requieren previamente de la instalación del flotador y la manija, estando esto listo se coloca el empaque de hule en la salida y se monta el tanque sobre la taza cuidando que concuerden exactamente los agujeros.
Lo último es colocar todos los tornillos necesarios sin apretar demasiado o la porcelana puede quebrarse, ahora conectemos el suministro de agua al tanque y listo.
Recuerda decorar tu inodoro de la manera que más te plazca esto va desde el diseño del mueble, el material del asiento y todos los adornos que queramos agregar como ropa de baño, plantas y demás.
