Camino, la creencia de la religión da paso al más puro amor

Camino, es sin duda alguna, una obra maestra bien cuidada de la mano de Javier Fesser, una película estética y humana.

Fesser, es sin duda un cineasta con un curriculum cinematográfico, en su tercera película, dio un giro realmente radical, que con Camino pudo llegar conseguir.

Una película dramática, con un personaje de una niña de 11 años alegre y vital, a la que le diagnostican un cáncer, con el que gran parte de sus familiares ven como una bendición de Dios.

Bajo mi punto de vista, Camino, es una película que narra el primer amor, la felicidad de la mano de una niña que no se siente precisamente libre por la imposición de normas absurdas, sobre el fanatismo de la religión, de la mano de una gran cantidad de adultos que ven el sufrimiento como una bendición de Dios.

Nos encontramos con una película que narra una historia increíblemente tierna, triste y a la vez también alegre, que es sin duda alguna llena de sensibilidad y muchísima dureza de la mano de una serie de fanáticos religiosos como es el Opus Dei.

Resumiendo a grandes rasgos, es una de esas películas que te llevan a quedarse helado o por otro contrario te hacen reír e incluso llorar con una presión increíble en el estómago, con la presión y los miedos de una niña, que sencillamente quiere tener una curación en su enfermedad así como disfrutar de las típicas cosas que lo hace cualquier niña de su edad.

4.6

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