Blush, rubor, colorete; con este nombre conocemos al producto utilizado en el maquillaje para añadir un tono rosa/naranja/rojizo/etc., sobre el rostro simulando la ruborización natural del rostro, la presentación puede ser en polvo, perlas o crema y se aplica entre los pómulos y las mejillas.
Qué tono de rubor elegir
No todas las pieles son iguales y para resaltar su belleza hay que elegir correctamente el producto al maquillarnos.
En pieles claras puedes utilizar tonos rosas, carmesí, melón, lilas, durazno.
En pieles morenas puedes utilizar tonos cobrizos, naranjas, rojos, marrón, bronce.
Dónde aplicar el rubor según tu rostro
Para rostro redondo el rubor se aplica sobre las manzanitas jalando sobe el pómulo y llevándolo hacia el crecimiento del cabello.
En el rostro cuadrado el rubor se aplica sobre las manzanitas jalando sobe el pómulo y la parte donde éste se hunde y llevándolo hacia el crecimiento del cabello.
Para rostro triangular el rubor se aplica igualmente sobre las manzanitas llevando el trazo en diagonal hacia las orejas.
Para rostros ovalados el rubor se aplica sobre las manzanitas y se difumina suavemente en línea recta sobre los pómulos.
Tips para su elección y aplicación
La presentación del rubor que elijas dependerá mucho de tu tipo de piel y hábitos de maquillaje, por ejemplo los productos en crema van siempre mejor en pieles secas ya que su aplicación es más sencilla sobre la piel y aportan hidratación a la misma, por el contrario los productos en polvo sellan mejor sobre un rostro graso.
Recuerda que la aplicación del rubor va siempre después de tu base y el contorno y siempre buscando la mejor mancuerna entre la presentación de todos tus productos, es decir; si tu base y rubor son líquidos no hay problema, sin embargo si tu base es en polvo, el rubor no puede ser cremoso; si tu base es cremosa, puedes utilizar rubor en polvo siempre y cuando hayas sellado tu base.