Son cada vez más los aficionados a la jardinería y dueños de casa que buscan la manera de dar color y estilo a sus hogares con ayuda de las plantas de interior. Y la tendencia a utilizar plantas exóticas es cada vez mayor.
Un claro ejemplo de esto es el anturio. Que con su follaje simple pero frondoso y unas flores peculiares brinda colorido, frescura y originalidad a los ambientes.
Si no conoces lo que es un anturio, ni sus cuidados básicos, este artículo te será de gran ayuda.
El anthurium, anturio o cala es una planta tropical, originaria de Centroamérica, de las regiones tropicales y subtropicales más exactamente. Su nombre deriva del griego ánthos, que significa flor y ourá que significa cola.
Esta denominación hace referencia a la curiosa inflorescencia que posee esta planta. Que básicamente consiste en una especie de hoja, puede ser de color blanco, verde o en las especies más coloridas de un color rojo vivo, y un espádice, en muchos casos curvado.
Posee hojas laceoladas y acuminadas con un largo peciolo, por lo general cada planta posee un gran número de hojas, dándole una apariencia tupida. Las inflorescencias se encuentran al final de un largo peciolo igual al de las hojas pudiendo ser ligeramente más largo.
Los requerimientos de esta planta a veces suelen ser caprichosos y difíciles de cumplir en un domicilio y es más común encontrarlas desarrolladas a plenitud en invernaderos.
Esto no significa que la planta no pueda ser cultivada de manera casera, sino que lo complejo será el conseguir la floración y mantenerla. Pero, si se tienen los cuidados necesarios es posible mantener las flores en buen estado hasta por dos meses.
En cuanto a iluminación esta planta requiere una alta luminosidad pero difusa, el lugar ideal en casa resulta ser junto a una ventana con cortinas delgadas que dejen pasar la luz pero de manera filtrada.
Si es expuesta de manera directa a la luz es posible que aparezcan quemaduras en las hojas. Y si la luz no es la suficiente, el resultado serán unas hojas delgadas y de un color pálido.
El lugar del que proviene el anturio suele ser bastante húmedo, con un periodo de reposo por la característica estacional de las lluvias en la zona. Es por esta razón que el anturio requiere de una adecuada humedad atmosférica.
Para conseguir esto, lo recomendable es valerse de un aspersor y realizar pulverizaciones más o menos frecuentes en las hojas. Teniendo siempre cuidado de no rociar las flores.
El riego debe ser abundante pero espaciado, con el objetivo de simular el terreno del que originalmente proviene esta planta. Es decir debe de estar normalmente húmedo pero no mojado.
Para conseguir eso lo recomendable es tener un adecuado drenaje y una buena mezcla de tierra en la maceta. Un sustrato poroso, algo de arena, musgo triturado y unos cuantos trozos de carbón de leña será suficiente.
Los trozos de carbón proveen de la suficiente aireación para evitar que las raíces lleguen a podrirse. Uno de los principales síntomas de la podredumbre es el color amarillento que van tomando determinadas hojas, para solucionar el problema es conveniente seguir la hoja en cuestión y desenterrando las raíces de esa zona eliminarlas cuidadosamente.
En cuanto a temperatura, el anturio es bastante exigente, al temperatura ideal para obtener la floración está entre los 10ºC y los 16ºC, si la temperatura subiera o bajara fuera de este rango es probable que la floración no ocurriera o se diera de manera muy escaza.
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