Pertenecer a una sociedad implica adaptarnos a la misma, con sus horarios, roles y exigencias sin embargo no todos logramos hacerlo pues cada persona contamos con un ritmo diferente y hay cosas que nos cuestan más que a otros; una de ellas es despertar temprano y no…lejos de que la razón sea porque eres una «floja» déjame decirte que hay un trasfondo fisiológico a esto (claro que también puede estar la flojera como razón) pero si por más que te preparas para empezar tu día radiante y de buen humor como se supone debe ser no lo logras, puede que simplemente tu reloj biológico sea de esos que se activan por la tarde, así de simple.
No obstante como ya lo habíamos mencionado, el mundo sigue girando y ganarse la vida a veces no entiende de organismos y sus necesidades así que si eres de las que no «carburan» antes del medio día segúramente conoces muy bien estas situaciones:
1.- Necesitas prácticamente 1 hora solo para despegarte de la cama
2.- Por más que quieres no logras dormir temprano
3.- Te pones de mal humor
4.- Necesitas ayuda extra para despertar
5.- Aunque lo logres al cabo de dos horas parece que te han dado una golpiza
6.- Eres un zoombie
7.- Te asusta tu propia alrma
8.- Te sientes fatal y tu cara lo demuestra
9.- Desconoces la programación de TV matutina
10.- Prácticamente podrías dormir en cualquier parte
11.- Siempre se te hace tarde
12.- Una vez que probaste los turnos vespertinos, no quieres volver a levantarte temprano
Sigue leyendo: Cosas que te pasan cuando siempre tienes hambre