Directamente de Asia nos llega una de las plantas medicinales que más exposición y estudio tiene a su haber; y no referimos al ajo, o allium satibum su nombre científico. Son muchos los atributos beneficiosos que se le atribuyen al ajo para curar enfermedades; así como para prevenirlas. Entre otras cosas el ajo, sube los nivele de insulina en las personas diabéticas, combate la depresión y ayuda a combatir el stress o tensión del día a día. El ajo ayuda para la eliminación de parásitos en el cuerpo y es recomendado para mejorar la mala circulación. En los tiempos antiguos, el ajo fue considerado con poderes no tan solo curativos; sino espirituales.
Se le concedía el poder de alejar los malos espíritus y poderes siniestros. Se utilizaban en las casas, para que ninguna maldad pudiera entrar en ella. En tiempos modernos, se conoce que el ajo es un excelente antibiótico y antiséptico. Puede matar bacterias al contacto. Como condimento, el ajo es utilizado en cenas románticas, pues se asegura que tiene poderes afrodisíacos; que ayudan y estimulan al amor. Muchos persona, suelen comer un diente de ajo en las mañana para que les brinde energías o para tratar condiciones de catarros. Personas con infecciones en la piel, suelen usar el ajo como ungüento para sanar heridas y detener hemorragias severas.