Entre las llamadas infusiones y las llamadas tisanas existe realmente muy poca diferencia apreciable, pues el método de la obtención de ambas es prácticamente el mismo. La tisana es una infusión de plantas o de hierbas desecadas que se toma caliente. Se elaboran en la tisanera, un recipiente que cuenta con un colador en el cual se colocan las hierbas que luego se riegan con agua hirviendo. Ahora pasaremos a analizar las hierbas más frecuentes que se aplican a esta técnica o a la de la infusión, aunque existen otras muchas como el romero, el anís, el apio, el eneldo, el hinojo, el tomillo, etc.:
– Té. Procedente de un arbusto asiático la bebida que de él se obtiene mediante la infusión es la más consumida en el mundo después del agua. Facilita la digestión, activa la circulación sanguínea, estimula el sistema nervioso y es un excelente diurético.
– Manzanilla. Planta con flores con forma de margaritas blancas. La manzanilla es uno de los mejores ingredientes digestivos que se conocen.
– Tila. Se utilizan las hojas secas del árbol tilo para preparar infusiones calmantes y antiespasmódicas, para combatir los resfriados y la gripe.
– Menta. Agradable y aromática, de sus hojas se obtiene una infusión indicada para el asma, la tos y la inapetencia.
– Poleo. Parecido a la menta está indicado para la jaqueca y las lombrices.