Tartamudez

La tartamudez o disfemia es un trastorno del habla (no del lenguaje). El DSM IV la define como una alteración de la fluidez y organización normales del habla; caracterizada por repeticiones de sonidos y sílabas, prolongaciones de sonidos, palabras fragmentadas por pausas, bloqueos audibles o silenciosos, entre otros.

Al día de hoy, aún no están claras las causas de este trastorno. El Instituto Nacional de Sordera y Otros Desórdenes de Comunicación (National Institute on Deafness and Other Communication Disorders, NIDCD), publicó recientemente el hallazgo de «mutaciones genéticas específicas como la causa potencial del tartamudeo». Por otro lado, reconocen otro tipo de causas.

Muchos casos de tartamudez suele aparecer generalmente alrededor de dos edades críticas: los 2-3 años y los 6 años de edad. Un 5% de niños suelen presentar o presentan algún tipo de tartamudez, pero solo el 1% de los adultos continúan con este trastorno. Este tipo de tartamudez, debida al desarrollo, generalmente se supera.

Otras formas de tartamudez son las denominadas neurogénicas o psicogénicas. La tartamudez de origen neurogénico implicaría una serie de problemas en las señales que se transmiten entre el cerebro y los nervios o músculos; asimismo podría surgir luego de una lesión o accidente cerebrovascular. La tartamudez de origen psicogénico, implicaría una causa psicológica; es decir, un trauma severo, altos niveles de estrés, angustia grave, etc. En la actualidad, se reconoce que muy pocos casos responden a esta causa.

Por último, el NIDCD reconoce los postulados científicos que demuestran la frecuencia y recurrencia de la tartamudez en las familias en las diferentes generaciones; por lo que el factor hereditario surge como otra posible causa.

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