¿Quién Soy?

¿Cómo responder a la pregunta de quién soy yo?

Responder a la pregunta: ¿Quién soy?, remite obligadamente a dilucidar otra cuestión: la personalidad. Todo cuanto pensamos, decimos o hacemos, y la forma en que nos relacionamos con los demás; es un reflejo de nuestra personalidad.

Nacemos con una forma rudimentaria y heredada de ser; a la cual se le denomina temperamento. Con el tiempo, las experiencias de vida, los aprendizajes, y la influencia de los demás (lo adquirido); moldeamos, cambiamos y expandimos esa forma; dando por resultado nuestro carácter. Ambos, temperamento y carácter, constituyen nuestra personalidad; una totalidad organizada, que se expresará mediante nuestras conductas. Ellas son la parte visible, manifiesta; y también manipulable, y posible de modificar.

Lo que somos “hoy”, es la resultante constante de una multiplicidad de factores (heredados y adquiridos) que se influyen unos a otros, y se organizan de una determinada manera. Nuestra personalidad es una estructura dinámica, esto quiere decir que cambia constantemente, en el día a día, con cada nueva vivencia, con cada nuevo aprendizaje.

La capacidad de adaptarnos a los cambios, al medio en que vivimos, a las circunstancias y a los demás; y modificar lo que somos; habla del mayor o menos grado de flexibilidad que poseemos. A mayor flexibilidad mayor salud; y a la inversa, a menor flexibilidad menor salud. Modificar nuestras conductas y ampliar la forma de responder ante la vida, es la actitud que necesitamos para vivir plenamente.

Para saber quién soy, debo poder mirar hacia adentro, hacia atrás, hacia mi presente; y por qué no, hacia mi futuro.

Teorías de la personalidad

La psicología y los psicólogos, se valen de diferentes teorías de la personalidad, para lograr su finalidad última; esto es, mejorar la calidad de vida de las personas.

Las teorías de la personalidad son desarrollos teóricos, modelos o paradigmas; que se han ido construyendo a lo largo de la historia, que sustentan explicaciones sobre los procesos psicológicos y las características psicológicas de los seres humanos. Estas teorías, permiten comprender, explicar y predecir esos procesos y características. Por lo general, similares teorías de la personalidad, se aúnan formando escuelas, corrientes o sistemas; pero hasta la actualidad no se ha logrado una unificación de todas ellas.

Las teorías de la personalidad derivan de los descubrimientos que han realizado, y realizan hasta la actualidad, diversos psicólogos. Algunos de los más reconocidos son: Sigmund Freud, Erik Erickson, Carl Jung, Otto Rank, Alfred Adler, Karen Horney, Erich Fromm, B. F. Skinner, Gordon Allport, Hans Eysenck, Carl Roger, José Bleger, Viktor Frankl y Abraham Maslow.

De cada teoría se desprenderá:

  1. Una concepción particular de la manera en que se construye la personalidad, y el modo en que nos vinculamos con el medio
  2. Una concepción particular de salud-enfermedad, con las patologías subsecuentes.

Más allá de las diferencias entre una u otra teoría de la personalidad; la relevancia de las mismas radica en su posibilidad de convertirse en herramientas de trabajo del quehacer del psicólogo.

Rasgos de personalidad

Alrededor de 1.925, Gordon Allport, un psicólogo norteamericano; realizó un extenso estudio sobre los rasgos de la personalidad.

Los beneficios de la teoría de Allport, residen en definir a los rasgos como aquellas características propias de cada ser humano; es decir, lo que lo hace único; a esto lo nombró rasgos individuales; aunque también reconoció que existían rasgos comunes a muchas personas.

Además de estos rasgos, diferenció entre: rasgos centrales, secundarios y cardinales.

Los rasgos centrales son aquellos que definen el propio ser de cada uno; es decir, son la piedra angular de su personalidad. Cada uno de nosotros, sostiene el autor, posee entre cinco a diez de estos rasgos.

Los rasgos secundarios son aquellos no tan consistentes, y que dependen de las circunstancias.

Por último, los rasgos cardinales, son rasgos particulares que prácticamente definen en una o dos palabras a una persona; por ejemplo, el sadismo del Marqués de Sade o las ansias de poder de Napoleón. Pocas personas desarrollan un rasgo de este tipo.

Si bien la mayoría de los estudiosos consideran que un conjunto de rasgos comunes a muchas personas conforman un tipo de personalidad (como la obsesiva, la histérica, la paranoide, etc.); Allport sostuvo hasta el final la individualidad de cada ser humano.

4.5

1 comentario en «¿Quién Soy?»

  1. Exelente blog y muy buena informacion. Ultimamente es dificil encontrar infomacion buena en internet con tanta basura. Felicidades por tu pagina…

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