Aurora Pérez sostiene que a las cambiantes necesidades de los niños, las funciones paternas deben ir adaptándose correlativamente.
Con el nacimiento del bebé, los padres se inician en la maternidad y la paternidad. En este momento una de las tareas principales es adecuarse al nuevo miembro de la familia, y otorgarle un lugar.
De los 2 a los 5 años del niño, la función de los padres será la de aceptar la independencia creciente de su hijo; y el sentimiento de pérdida y separación que esto conlleva.
De los 6 a los 10 años, los cambios evolutivos del niño no son tan vertiginosos como en la etapa anterior; por lo que los padres se sienten más seguros y afianzados en sus roles. La función de los padres es otorgar apoyo, sobretodo en la apertura del niño al mudo exterior; principalmente la escuela y los amigos.
De los 11 a los 14 años, los niños elaboran su identidad sexual; por lo que surge incertidumbre y temor en los padres. Su función será entonces mantener contacto físico y emocional con el ahora púber, a la vez de otorgarle espacio para su intimidad.
Las necesidades de los niños y las funciones paternas, deben ir de la mano de la flexibilidad y la capacidad de cambio y adaptación de los padres. De esto depende el bienestar del niño, así como su desarrollo saludable.
Psicóloga~ Terapeuta~ Docente
La Licenciada Verónica M. Sargiotti Pieretto es Psicóloga especialista en Terapias Breves. Egresada de la Universidad Nacional de Córdoba en 2002. Profesora en Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba en 2004. Y Postgraduada en Psicoterapia psicoanalítica breve del Centro de Investigaciones Psicológicas en 2006.