Entrevista a Babel Ruiz

Babel Ruíz nos demuestra que en el panorama de la música española actual sí hay sitio para fusiones, para voces que buscan compartir el alma de la música y para melodías inteligentes, ideales para un público alternativo. Hoy la entrevistamos, ¿quieres conocerla?

Tu experiencia profesional habla de alrededor de casi 20 años de intenso trabajo con bandas de todo el mundo. ¿Qué es lo que te ha animado a emprender tu carrera como solista?

Necesidad. Pura y simple. Cuando escuchar música sólo te provoca placer mientras el alma se te llena de ideas y una canción buena se define como aquella que estimula tu creatividad, supongo que en ese momento o te pones a crear o revientas. En el camino de cualquier profesión artística ha de haber una evolución, a medida que evolucionas cambian tus necesidades, tus gustos, incluso tus prioridades. Lo que antes te satisfacía ya dejó de hacerlo y buscas otras fórmulas para seguir desarrollándote.

¿Cómo recuerdas tus comienzos?

Pasé de tener una imagen idealizada y estereotipada de la profesión de cantante a vivir al borde de un precipicio cuya contemplación me llena de pánico y sin embargo… sólo pienso en saltar. Y si utilizo el presente es porque hoy por hoy sigue siendo igual.

¿Y qué aprendiste en aquellos años?

Además de aprender un oficio, con grandes maestros de la escena, aprendí que como músico uno nunca está hecho del todo, que siempre queda camino por recorrer y que sin pánico no hay crecimiento. No hay mayor alarma para un artista que sentirse acomodado. También aprendí que el músico es un ser humano con un estilo de vida tan expuesto a la apertura que tienes que tener muy claras tus prioridades en lo personal y en lo emocional, a poco que te despistas, te pierdes en un océano vital. Pocas cosas tengo tan claras como que gran parte de mi fuerza se la debo a mis prioridades en lo humano y en eso cuenta como algo esencial mi hermosa familia (numerosa, por cierto).

Tu música contiene melodías auténticas con una personalidad propia ¿cómo es para ti el proceso de creación? ¿Y por qué has escogido las influencias étnicas?

Gracias. No puedes imaginar el pedazo de piropo que acabas de soltarme. Muchas gracias. Pero la verdad es que yo no escogí nada. Verás.. En un primer disco no hay promesas ni debe haber expectativas. Teniendo en cuenta que la expectativa es uno de los peores enemigos de la creatividad, más te vale que te alejes de cualquier idea preconcebida, de modo que, desde ahí, hacer un primer disco ha sido tremendamente disfrutable. Todo lo que surgió, surgió del puro disfrute de la composición sin expectativas ni ataduras estilísticas.

Sí es verdad que, debo confesar, soy de la opinión de que la música con raíces tiene más peso específico. Al menos, para mí. Es la que más me emociona. Ahora que estoy enfrascada en el segundo disco la cosa es más complicada, porque esos piropos son un arma de doble filo en la medida en que ahora sí se espera algo de mí. Quisiera seguir sin el influjo de la expectativa y me doy cuenta ahora de que, hacer un primer disco es muy fácil.

Babel-Ruiz-2

¿Para ti, que logra comunicar el jazz que no hace otro género musical?

Evolución por supuesto, y búsqueda. Pero me parece que, a estas alturas, no es bueno en absoluto considerar el jazz como un elemento aislado de altas esferas intelectuales. Creo que ese concepto “elevado” nos hace pupa, porque aleja a una gran cantidad de gente con esa idea preconcebida de ser música para minorías, dejando como música asequible para las orejas de la masa un “hilo musical de guardería”, con temática, eso sí, sólo para adultos.

A mí, sinceramente, me alarma que la música comercial de este país se haya convertido en: eso, música infantil o música de antaño y poco más. Me alarma, sobre todo, porque estoy segura de que hay buenos músicos que son capaces de ser comerciales siendo evolutivos, y me alarma, también porque el público de este país, ¡sí! está preparado para oir y ampliar sus horizontes auditivos; me temo, pues, que el quid está en los que creen tener el control de los gustos del público. En España se ha perdido el término medio: la masa cree que el jazz es una música marciana e ininteligible y entre ese concepto del jazz y la canción melódica que consiste en cuatro acordes manidos sin sorpresas, ¿no hay nada? No me lo creo. Te voy a decir una barbaridad: Yo quiero formar parte del llenado de ese hueco. Porque yo hago jazz en la medida que hay búsqueda y hay improvisación, pero a mí me gusta la gente de la calle y también la música comercial. De hecho, soy más de barrio que un columpio “oxidao”. Me indigna el arribismo jazzístico y también me indigna la vaguería que sustenta el desprecio por lo sorpresivo o por lo que tiende a complicarse. Es como apreciar únicamente los boletus con salsa de trufas o sólo tener paladar para unos macarrones con tomate frito de bote. El día que se escuche la música con capacidad para sorprenderse y emocionarse sea lo que sea… ese día tendremos una sociedad sana y evolucionada.

¿De qué hablan las historias de tus canciones?

De lo que en el momento de componerlas me preocupaba: De los olvidados. De los expulsados del paraíso. De los que no son tan afortunadas. Supongo que en esas canciones hay reflexión y también hay culpa.

¿A la hora de escribir te basas en historias reales?

Absolutamente. Ahora con el segundo disco intento ahondar en territorios emocionales más desde el ego, tal vez, como las canciones de amor, y en ese sentido, no hablo tanto de historias propias, pero sí son comunes y sí son reales y siguen siendo para mí una fórmula para la reflexión.

¿Cómo fue la experiencia de vivir los seminarios de técnica vocal de Connie Philp? ¿Y con otros maestros como Hebe Onesti, Bob Stoloff o Lu Horta?

Aprendizaje, claro. Lo de Lu Horta (Barbatuques) fue brutal. Además de que es un alma limpia y luminosa, combinar la expresión vocal con la corporal, el universo de los “ruiditos” y el contacto con la música brasileña… determinante e intenso.

¿Hasta qué punto está para ti unida la música y otras artes interpretativas como la danza?

Para mí la misión de cualquier disciplina artística es llegar a emocionar. Ahí confluye todo. Decía Count Bassie: “Si tocas una melodía de jazz y las personas no mueven los pies, no la toques más”… desde luego la música debe permitir que el cuerpo se exprese, al menos yo lo veo así.

¿Cómo fue la experiencia de tocar con el trompetista David Defries?

¡Uff! Con David la experiencia fue vital en mi aprendizaje musical y humano. David es uno de esos gigantes que te pone ante el abismo con una sola nota: emitir junto a la dulzura del fliscorno de David, descubrir mi timbre en unísono con ese instrumento, o mantener cada nota en contraste con sus locuras melódicas. Después de aquella gira creo que empecé a ser consciente de lo que realmente buscaba de la música y de la vida.. que para el caso es lo mismo, y tengo la impresión de que ha sido la mayor huella que un músico me ha dejado en mi propio hacer musical. Me ha influido y mucho.

Babel-Ruiz-1

¿Qué experiencia destacas de tus participaciones en los festivales de jazz del país? ¿Algún recuerdo inolvidable?

Si tengo que destacar un dato importante fue en el Festival de Jazz español sin fronteras de Colmenarejo (me encanta el nombre), un Festival madrileño creado en pleno mondongo de la crisis, que apuesta por el jazz nacional (cosa extraña en un Festival de jazz de nuestro país) y donde presenté este mismo primer disco el año pasado. Lo que más me caló no fue el estar presentado mi disco, que fué de mil amores, sino coincidir con la despedida y última “tocata” con mi querido compañero, mi hermano, el guitarrista Guillermo Arrom. Al día siguiente marchó a Buenos Aires, huyendo de la crisis que ya nos asfixiaba a saco y por otros motivos personales, tras un montón más de años trabajando juntos, codo con codo, en un montón de aventuras jazzísticas, sólo puedo recordar lo raro que era estar tan triste en un día tan feliz y tan crucial. Guille… ¡te extraño!

Tu último trabajo “Vuelvo a África” revela una música repleta de interesantes matices, muy rica en su sonoridad y ritmo, ¿qué esperas de esta nueva obra? ¿Y qué significó para tu carrera?

Esperar, no espero nada. Esperar puede ser frustrante.. que se lo digan a Penélope (la de la canción y el mito griego.. no la otra). Me doy con un canto en los dientes con las excelentes críticas que está recibiendo. Me doy con tres cantos más al empezar a darme cuenta de que estoy llegando a un público inteligente que me ofrece una visión de la música no jazzística plagada de buen criterio y sensibilidad.

En cuanto a mí, a lo que yo siento… Siento que he abierto una puerta nueva en mi hacer profesional, aunque el aire que se deja respirar con esa apertura a veces sopla tan fuerte… y es que el abismo cada vez es más grande… por eso, también el aire es más fresco, contiene más oxígeno y hay mayor sensación de libertad y de pánico… (ya sabes… no hay positivo sin negativo). En fin, si la puerta además de abrirla para mí la he abierto para otros, me muero de la emoción!

Babel Ruiz Portada Vuelvo a africa

Contigo colaboran otros profesionales de la música como Noah Shaye, Guille Arrom, Héctor Rojo o incluso Israel Sandoval. ¿Te gustaría colaborar con alguien destacado en el panorama internacional y por qué?

Sí. Por supuesto. Te podría hacer un listado, pero todo se va a acabar ajustando al momento musical y vital que me sustente, con lo cual, mejor dejar que llegue ese momento y ya veremos. En cuanto a lo que sucede hoy te diré que estoy centrada en quedarme con un sonido más pianístico y cálido… menos “europeo”, tal vez. Al fin y al cabo yo compongo con piano y aunque la aventura con Israel Sandoval y Guille Arrom (2 gigantes de la guitarra) ha sido duradera y enriquecedora al mil por mil, ahora estoy disfrutando de la compañía de un pianista uruguayo gran conocedor de la música de raíces tanto brasileña como uruguaya: Diego Ebbeler; un baterista norteamericano: Noah Shaye y el español Hector Rojo, como sabes. Tres músicos tremendamente diferentes con influencias muy distintas que logran una gran cohesión, debido a que hemos tocado muchísimo juntos y a que tienen una gran calidad interpretativa. En “Vuelvo a Africa” hay dos arreglos magistrales de Israel Sandoval y el resto son propuestas mías, sin un arreglo específico.

En cuanto a los arreglos de lo que está por venir está siendo una selección bastante variopinta de musicazos con los que he tenido la suerte de coincidir tocando a lo largo de estos años y cuyo “toque” conozco bastante bien (ya vendrán los nombres). A veces consigo componer pensando en ellos, en el color que podrían aportar a tal canción con un arreglo específico. Es muy, muy estimulante y complicado a la vez. Se trata de una aportación libre, de modo que las cosas se complican cuanta más rigidez tengas en perseguir un resultado determinado. Eso te obliga, o bien a estar abierta a la sorpresa o bien a hacerlo tú misma. No creo en los “arreglos por encargo”, creo en la colaboración y en el entendimiento musical y en este sentido con Israel en Vuelvo a Africa (Temas “Go out” y “El bolero del loquero”) ha sido perfecto, ya veremos el siguiente, pero pintar, pinta de maravilla.

Babel Ruiz Jazz Concierto

¿Cómo ha sido trabajar con la factoría jazz Hard & Trumpet?

Epa! Ahí seguimos. Buscando nuevos modos, nuevos inventos para poder seguir comiendo de la música que amamos; algo muuuy difícil en este país y que desde hace casi diez años vengo consiguiendo con dos comedias musicales estrenadas, varios galardones como mejor proveedor en jazz para eventos, y una nueva apuesta del musical sobre cine y jazz (Jazz y otras movidas) que también está sacando la cabecita. Un proyecto divertidísimo y muy elegante que se está volviendo a poner en marcha. Estamos pensando en traducirlo al lituano, al sumerio y al bieloruso buscando paises donde haya una poquita de mejor prospección cultural que en el nuestro.. Vamos como locos! Ja jaa!

Hard & Trumpet

A nivel mundial, ¿cuáles son tus referencias e inspiraciones?

Yo me he criado escuchando a Ella Fitzgerald. Por supuesto, es un referente incuestionable. Pero te confieso que soy muy ecléctica y que tengo la fea costumbre (dada mi profesión) de escuchar más música instrumental que cantada. No sé qué es realmente un referente… pongamos que tus referencias son aquello que te emociona y que no deja de gustarte por más veces que lo hayas escuchado.

Hablando de jazz: Adoro hasta la saciedad a Bill Evans y aunque cante “heterodoxamente” me pone a cien Nina Simone; como vocalistas y autores del momento me gustan mucho, por ejemplo, Kurt Elling, y la Spalding (lo tiene todo la criatura) como compositor me enloquece un descubrimento de hace relativamente poco: otro Kurt, Rosenwinkel. Por supuesto Monk y Chet… Chet! Chet Baker me rompe el alma… y a quién no? Pero no quiero seguir citando mitos lejanos.

Para mí también son referentes gente como Moisés Sanchez o Guillermo Mc Gill, gente de acá mismo, músicos geniales, honestos evolutivos y valientes con sus propuestas y si me pongo a hablar de otras músicas puedo flipar con Bowie, Yes, o Jamiroquai con su frivolidad de martinis con aceituna y niñatas en bikini… por supuesto Stevie Wonder, Joni Mitchell, o para rizar el rizo en mezcolanza supina Carmen Linares o La Niña Pastori.. (qué timbre el de la Pastori… Dios!), Mira..! Esa es una de las cosas que no puedo evitar exigirle a una buena voz: No sólo se trata de dar las notas en su sitio y saber jugar con ellas, que tenga un timbre genuino y una forma de expresar que le salga de los pies para mí es absolutamente imprescindible. Pero estas preguntas acaban siendo injustas para el millón de millones que te dejas sin mencionar…

¿Habrá una gira promocional pronto con nuevas actuaciones?

Comenzando a finales de Noviembre del año pasado hemos estado en Madrid, Barcelona y Alicante, donde inauguramos el Ciclo de Jazz de Las Cigarreras, hemos estado programados en El Círculo de Bellas Artes junto a artistas como Caramelo o Jorge Pardo y próximo 17 de mayo en un Festival de Jazz de la Sierra de Madrid compartiendo también cartel con Javier Colina y Pepe Rivero entre otros, en total, unas 12 fechas en lo que va de año hasta ahora. No me puedo quejar, estando como está el patio. Así que… viento en popa en el barco del segundo disco … Por supuesto, os iremos avisando.

¿Cómo definirías tu estilo?

El de este disco ha sido definido como: Jazz world music, el del siguiente…

Tus canciones se pueden escuchar en Spotify así como en youtube, amazon, itunes ¿a aquellos que todavía no te conocen, que les dirías para que se animen a descubrir tus temas en http://www.babelruiz.com?

No sabría qué decir yo exactamente. En lo que sí coincide el público que a veces me contacta es que mi música no es de las que entra a la primera, que es de las que cala poco a poco, y que cuanto más la escuchan, más les gusta porque más cosas descubren. Esto es un honor para mí. Porque yo era de las que escuchaba esa raruna cara B que ponía hasta la saciedad, dejando que me sorprendieran nuevos sonidos no percibidos en la escucha anterior. Placer absoluto!.

4.3

1 comentario en «Entrevista a Babel Ruiz»

  1. Interesante y aleccionadora: «El día que se escuche la música con capacidad para sorprenderse y emocionarse sea lo que sea… ese día tendremos una sociedad sana y evolucionada» Bravo Babel, por tu visión de la música y del arte y por tu forma de ser, tan humana y tan cercana.

    Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.