Ser madre es un trabajo agotador, tanto física como emocionalmente, implica olvidarnos de nuestras propias necesidades y esclavizarnos al menos durante los primeros años al bienestar de nuestros pequeños, su alimentación, vestido, salud, educación, recreo; debemos llenar todas sus necesidades. Es un trabajo de veinticuatro horas, siete días a la semana
La maternidad es cansada, estresante y exigente, además de la propia naturaleza compleja de dicha tarea, están aquellas madres cuyas circunstancias son aún más duras, por ejemplo las madres solteras, madres de hijos especiales, madres con padecimientos crónicos, madres trabajadoras, etc. Además por si fuera poco, sabemos de la gran responsabilidad que es el tener bajo nuestras manos el bienestar y futuro de pequeñas personitas, (por si la presión no fuere suficiente).
Pero lo que más nos agota no son las horas sin dormir, el dolor de espalda por cargarlos en brazos o las mal pasadas a lo largo del día, lo que más nos agota a las madres es la continua preocupación e incógnita «¿lo estoy haciendo bien?»
El problema es que esta preocupación puede restarnos mucha energía y no es fácil de aliviar, por más que la gente a nuestro al rededor nos asegure lo buenas madres que somos, simplemente nos cuesta trabajo creerlo, por ello y sabiendo lo que es esto, aquí te comparto algunas señales incluso inconscientes con las que podemos notar que hemos hecho lo correcto hasta ahora y podemos con calma seguir el mismo camino.
- Todo el tiempo los tienes en mente
- Antepones sus necesidades
- Te sabes fechas e historiales de memoria
- Eres a quien corren por alivio
Sigue leyendo; Tranquila, 4 señales de que lo estás haciendo bien parte 2 donde detallaremos más sobre el tema.