Como madres quisiéramos que nuestros hijos estén siempre seguros, esto es normal dado nuestro instinto de protección.
Pero no siempre dirigimos este instinto correctamente ya que asociamos con peligro situaciones al exterior y obvias como el cruce de una calle o una caída siendo que existen también circunstancias u objetos que pudieran causarles algún tipo de daño y no son tan perceptibles ya que forman parte de nuestra rutina diaria y sí, efectivamente se encuentran dentro de nuestras casas.
Cuando hay niños en casa es necesario estar siempre alertas, SIEMPRE por más exagerado que parezca y evaluar incluso la esquina de una mesa ante la seguridad de nuestros pequeños.
Si bien cada espacio y contexto es diferente según las costumbres y circunstancias de cada familia entre los objetos comúnmente más peligrosos que podemos encontrar en casa están:
Cordones y Cables:
Ya sean de aparatos eléctricos o incluso de sus mismos juguetes debemos tener cuidado con todo aquello que pudiera enredarse, los bebés y niños pequeños no tienen noción del peligro y si a esto le sumamos su falta de motricidad podemos entonces entender la oportunidad de un accidente.
Bolsas de plástico:
Al nombrar bolsas de plástico nos referimos a todos los objetos con material similar (fundas, bolsas, envolturas) que pudieran provocar una asfixia en los pequeños, hay que tener mucho cuidado con dónde dejamos estos objetos y con qué se encuentran jugando ellos.
Objetos punzocortantes:
Quizá para nosotros, el único riesgo exista en los cuchillos, pero teniendo niños pequeños en casa hay que considerar todas las posibles opciones como tijeras, palillos, incluso lápices y tenedores. Lo mejor es mantener siempre vigilados a los pequeños, más aún cuando comienzan a caminar explorando la casa.
Productos químicos:
¿Te imaginas algún solvente o veneno para ratas? Déjame decirte que hay más muchos más productos en casa que pueden resultar altamente nocivos para un niño y que van desde medicamentos, jabones, pinturas, en resumen cualquier producto que no sea alimento y pudiera ser ingerido es peligroso.
Escalones y ventanas:
Quizá para nosotros sean inofensivos pero para un niño que está hambriento por explorar el mundo, una ventana o puerta abierta sean en la misma casa o al exterior es una oportunidad para usarla, lo malo es como lo hemos mencionado antes, ante su falta de fuerza, reflejo y noción pueden sufrir alguna caída o golpe, es mejor evitarles estos malos tragos.
La lista pudiera ser interminable, estufa, objetos calientes, enchufes, juguetes pequeños, velas, objetos de cristal, etc., etc., etc.