Si bien se realizan continuas y arduas campañas en pro de la lactancia materna y sus bondades, no es común hablar sobre la nutrición de las madres en esta etapa, puede que el fracaso de muchos intentos por parte de mujeres que deciden dar lactancia materna se deba a este factor.
Uno de puntos más importantes que deben tener en cuenta las madres lactantes es su propia nutrición, ya de ella depende la adecuada alimentación de su bebé.
Es cierto que si la madre no consume los alimentos suficientes o los nutrientes suficientes la leche no disminuirá significativamente de calidad.
Es decir en el caso de que una madre no se alimente con los nutrientes necesarios su organismo verá la manera de suplirlos, por lo general tomando de su propio cuerpo lo necesario de tal manera que el niño sega recibiendo una leche adecuada para su desarrollo.
Pero, la mala alimentación de la madre puede influir de manera directa en la cantidad producida, pudiendo ser esta, mucho menor a los requerimientos del bebé, dejándolo con hambre y afectando su desarrollo.
Las madres lactantes deben tener en cuenta que para una lactancia exitosa y provechosa su alimentación debe ser la adecuada para esta etapa.
Es normal que durante la lactancia muchas mujeres sientan más hambre, esto se debe a que la producción de leche consume más calorías, que las que normalmente consume su cuerpo. Así que no sientas ni temor, ni culpa, si aumentas tus raciones de comida. Claro, sin exagerar.
Lo más recomendable es que aumentes la frecuencia con la que te alimentas en raciones pequeñas, bien distribuidas y no realizar el aumento desmesurado en una sola ración.
La dieta que lleves debe ser variada, rica en proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas. Los elementos en los que deberías hacer mayor énfasis son el calcio, la vitamina D, la vitamina C y lo ácidos grasos, Omega 3, DHA (ácido decosahezaenioco)y EPA (ácido eicosapentaenoico).
El calcio es sumamente importante para el desarrollo de huesos y dientes del niño, además de ser necesario, en esta etapa, para reducir los riesgos de que la madre padezca posteriormente de osteoporosis. Recuerda que si no consumes suficiente calcio tu organismo verá la manera de conseguirlo tomándolo de tu propio cuerpo, es decir, de tus propios huesos.
El consumo de calcio recomendado para las madres lactantes es de 1200 mg de calcio al día, es decir un aproximado de 5 vasos de leche al día, o consumirlo en alimentos que también contengan calcio, como las verduras de hoja verde oscuro, brócoli, coles, soja, almendras y frutos secos.
Recuerda no exagerar en el consumo de coles y brócoli ya que pueden producir algo de gases no sólo en la madre sino también en el bebé.
La vitamina D es muy importante para la adecuada absorción de calcio, puedes encontrar vitamina D en diferentes tipos de pescado, atún salmón, mantequilla, huevos y leche entre otros.
Los pescados además son una fuente rica en ácidos grasos Omega 3, que son muy importantes para el desarrollo del sistema nervioso, el cerebro y la visión de tu bebé. Sin embargo tampoco es recomendable exagerar en su consumo, la cantidad recomendada de consumo de pescado no debe ser mayor a los 5,5 kilos.
Como un dato curioso los ácidos grasos no sólo son buenos para el bebé, sino que existen estudios que revelan que son un factor importante para evitar la depresión post parto que sufren muchas mujeres.
La Vitamina C, será tu aliada para evitar la desnutrición tanto tuya como de tu bebé. Es necesaria para la absorción de hierro combatiendo así el desarrollo de anemia y siendo también un poderoso antioxidante.
Puedes encontrarla, principalmente en cítricos, como la naranja, limón, mandarina, pomelos, etc. Pero, también puedes encontrarla en una gran variedad de frutas y verduras como en los higos, aguacate, arándanos, chirimoya, uva, fresas, plátano, manzana, melones, apio, coles, rábanos, cebada, ajo, soja y zanahorias entre otros alimentos.