¿Tendrá calor?, ¿Tendrá frío? Esta es la constante pregunta que las madres nos hacemos ante la temperatura de nuestros hijos.
Quizá parezca una pregunta muy sencilla para responder hacia nosotros mismos, pero no es igual cuando se trata de elegir e interpretar las necesidades de un bebé que no puede decirnos cómo se siente.
Existen numerosas bromas hacia este tema sobre todo para las madres primerizas que en la protección solemos exagerar los cuidados que brindamos aplicando el famoso dicho «más vale que sobre y no que falte».
Pero no es necesario irnos a los extremos para asegurar que nuestros pequeños están bien cobijados o en su defecto, se encuentran frescos.
El instinto materno será nuestro gran aliado a lo largo del desarrollo de nuestros hijos, deja que tu instinto te guíe acompañada por estas señales y recomendaciones.
1.- Si sientes frío, seguramente tu hijo también lo tendrá así que como primer medidor te tienes siempre a ti misma. A la hora de jalar un sweater, revisa la temperatura de tus pequeños.
2.- Antes del año el bebé debe estar cubierto; es muy pequeño y puede estar expuesto a cambios de temperatura para los que su organismo apenas se está adaptando, ayúdale con ropita afelpada y siempre cúbrelo ante cambios de escenarios (de la calle a la casa, de la calle al súper mercado, del carro a la calle, etc.)
3.- Vístelo en capas para que la ropa no sea muy estorbosa pero cubras su pecho que es de las zonas más importantes. Utiliza camisitas de algodón, mamelucos, chalecos y sweaters por ejemplo. No olvides cubrir su cabeza y sus pies.
4.- Una manera simple de monitorear su temperatura es a través de sus manos, si éstas se sienten cálidas entonces tu bebé o niño estará en la temperatura correcta, si por el contrario sus manos se enfrían a pesar de llevar varias prendas encima entonces no se está calentando lo suficiente.
5.- Mientras que los adultos regulamos nuestra temperatura con cobijas por la noche, es muy difícil e incluso riesgoso que un bebé imite la misma dinámica, en su defecto, lograr que tengan una óptima temperatura dependerá de su ropa. Igualmente procura cubrir bien la zona del pecho y los pies, quizá tardes un poco en conocer a tu hijo e identificar cuando esté confortable pero tras la observación y convivencia lograrás saber cuando está satisfecho y cómodo con solo mirarlo.