Durante los primeros años de vida, la leche es indispensable en la alimentación de nuestros bebés, lo mejor sería poder alimentarlos los primeros 6 meses de leche materna exclusivamente pero a veces es necesario sustituirla o complementarla con leche de fórmula o incluso si ya hemos optado por este alimento en ocasiones se requiere cambiar de marca o etapa.
Sin embargo dado a la inmadurez en el sistema digestivo de nuestros niños y todo su metabolismo en general, todo lo referente a la alimentación debe ser bien supervisado y llevado a cabo mediante un proceso exacto y de cuidado para así poder observar cualquier anomalía o cambio.
Lo ideal sería quedarnos con una marca y de esta misma ir pasando de etapa en etapa, pero no siempre se logra ya sea por cuestión económica, porque es difícil encontrarla en el mercado o porque requerimos de una gama más amplia en nutrimentos que dicha fórmula no puede abarcar.
Pero cuando por una u otra razón es necesario hacer el cambio de leche las siguientes recomendaciones y consideraciones pueden ayudarte:
*Si vas alimentar a tu bebé con fórmula por primera vez, lo mejor es consultar al pediatra o nutriólogo quien puede sugerirte la mejor fórmula según las necesidades del bebé.
*A la hora de adquirir una fórmula lee las etiquetas y es mejor optar por aquellas menos comerciales.
*Comienza siempre el cambio gradual por ejemplo si vas a pasar de leche materna a fórmula entonces comienza con una o dos onzas de fórmula entre tomas y observa su reacción. Así gradualmente puedes ir aumentando la cantidad hasta sustituir uno de los biberones por leche de fórmula y seguir avanzando hasta que sustituyas (en caso necesario) la leche materna por completo.
*Si vas a cambiar de marca el cambio también debe ser gradual. aunque se trate de fórmula ya que cada marca tiene distintos componentes o consistencia. En este caso se puede en el mismo biberón sustituir una o dos cucharaditas por la nueva fórmula, si el bebé no ha tenido reacción negativa entonces cada dos días se le va aumentando de una en una las cucharadas o medidas de la nueva fórmula hasta llegar a su totalidad en la preparación.
*Revisa siempre las etapas de las fórmulas, ya que éstas están diseñadas según las necesidades aliementicias y de desarrollo de los pequeños.
*Respeta al pie de la letra la preparación ya que para que una fórmula sea correcta y no dañe al bebé debe estar preparada en las medidas específicas, ni más disuelta ni menos.