La demencia es una pérdida de la función cerebral que se presenta con ciertas enfermedades. El mal de Alzheimer es una forma de demencia que gradualmente empeora con el tiempo y afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Muchos pacientes dejan de hablar, como el hombre que protagoniza esta noticia, pero a diferencia de otros, el cuenta con el afecto y la compañía de su perro, que ha logrado más que los médicos.
El hombre que aparece en este vídeo sufre Alzheimer desde hace cinco años y actualmente su enfermedad se encuentra en un grado muy avanzado. Desde hace meses, esta persona ya no se habla, al menos no con los humanos. Su perro ha conseguido que este hombre vuelva a hablar, e incluso, que pueda articular frases completas.
Los beneficios de las mascotas en la tercera edad son muchos y están más que comprobados. De hecho, existe una terapia que apela a la interacción con animales para ayudar a determinados pacientes; se denomina zooterapia y su uso se ha extendido en todo el mundo. Este tipo de asistencia ayuda al proceso de rehabilitación y mejora la calidad de vida de la persona.
El objetivo de este tipo de terapias es lograr que el animal sea el nexo entre el paciente y su terapeuta. Especialmente se trabaja con niños, ancianos y enfermos. Para lograrlo, se utilizan estimulaciones a través de un contacto simple con el animal, ya sean caricias, juegos, comunicación con el perro (puede ser hablando o no), cuidado del mismo (dándole de comer, beber), etc.
Está comprobado científicamente que el acariciar a un animal produce efectos relajantes, disminuye la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la tensión arterial, mejora las destrezas motoras, hay mayor dominio corporal, hay mayor estimulación física y mental, aumento de las habilidades con una silla de ruedas.
A nivel psíquico, se incrementa la autoestima, la aceptación, aumenta la atención, se reduce la ansiedad, el sentimiento de soledad y el estrés, y facilita la relajación.
Además, la zooterapia mejora la comunicación verbal y no verbal, incrementa la capacidad de memoria, aumenta la concentración y el sentido de responsabilidad.
El animal es una distracción positiva para las personas. No es fácil imaginar todo lo que puede generar el amor incondicional y los juegos de un animal en la mente de una persona con Alzheimer, pero el video muestra los buenos resultados de su compañía e interacción. No te lo pierdas: