Cuando hablamos de estafa evocamos mails fraudulentos, llamadas por teléfono sospechosas, hackeo de cuentas etc., sin embargo son un sin número de empresas o comercios los que se mueven a través de esta metodología a la que ellos denominan «negocio» pero que resultan ser estafas o incluso extorsiones disfrazadas.
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¿Cómo identificarlos y no caer en su juego?
No se trata de empresas que van a desaparecer con tu dinero, ni que sean informales, de hecho pueden estar totalmente respaldadas y funcionales, el problema viene en su metodología de enganche y venta que denominan inmediata o forzada, es decir, su finalidad es que les compres sí o sí.
Imagina que vas paseando por el centro comercial, acabas de salir del cine o acudiste a realizar un trámite, de pronto una persona «muy amablemente» te aborda invitándote a saber más sobre su producto o servicio, como llevas tiempo o te es difícil decir no, accedes a la invitación. Te pasan al establecimiento y te informan que alguien más te recibirá para platicarte más al respecto…. Efectivamente llega contigo una segunda persona (a veces pueden ser más) y comienza «muy amablemente» a describirte las maravillas de lo que ellos hacen.
Hasta aquí todo va bien, no estaba en tus planes adquirir nada por el momento, agradeces con la intención de retirarte pero algo sucede… en cualquier negocio te dejarían marcharte invitándote a regresar otra vez, sin embargo en un negocio dispuesto a lo que sea con tal de vender sus productos o servicios no te dejarán ir tan fácil.
Comienza el juego de persuasión, que más que persuasión es presión, mucha presión, comenzarán hablándote más y más maravillas sobre ellos, después se tornará todo un poco más agresivo (claro que todo esto disfrazado), su estrategia será como el juego del policía bueno y el malo, atacando tu autoestima, tu capacidad económica y todo lo que se les ocurra, después volverán a hacerte ver que ellos son tu mejor opción para esos problemas (que ni siquiera sabías que tenías hasta ese momento), claro que nadie puede hacerte comprar si así no lo deseas, no obstante no se detienen ahí, puedes decir, «yo nunca caería en algo así», pero todo depende del enredo que armen pues los empleados de estos lugares son maestros en ello, total que pueden llegar a obtener incluso tus tarjetas y hacer cobros sin que te des cuenta, ¿cómo? Una vez más, mediante fraudes, distracciones, mentiras, etc.
Para evitar caer en estos juegos recuerda que nadie puede presionarte a realizar un pago, en cuanto detectes este tipo de comportamiento de presión, lo mejor es retirarte del lugar, no importa qué tan mal te hagan sentir por no ceder, no importa las maravillosas ofertas que te estén planteando, este tipo de negocios funcionan inflando precios para poder jugar con ellos y hacerte creer que la oportunidad es única y por último nunca sueltes tus tarjetas.