Hay una frase muy cierta que dice «eres lo que comes» y con la falta de tiempo y los alimentos tan industrializados hemos perdido la esencia de lo que es cuidarnos desde el interior.
Uno de los efectos más dañinos en nuestra salud y belleza es el alto consumo de sal, por lo tanto la solución es reducirlo y si bien no es una tarea sencilla, tampoco es imposible, aquí te muestro sencillos hábitos que puedes incluir en tu día a día para reducir el consumo de este grano.
Utiliza más especias
Si lo que quieres es sentir sabor en tu comida, puedes sustituir la sal con otras especias que aporten más sabor pero sean menos nocivas a tu salud.
Prepara en casa tu comida
Al preparar tu propia comida podrás regular la cantidad de sal que hay en ella, de igual forma mientras más natural sea ésta menos cantidad de sal contiene.
Recuerda que hay otras razones por las que los alimentos pueden aumentar su saturación de sodio como los conservadores por ejemplo.
Por lo tanto elimina o modera también los alimentos enlatados y embutidos.
Retira el salero de la mesa
Eliminar la sal de tu dieta no es tarea fácil, el proceso requiere de mucha fuerza de voluntad y acostumbrarnos, por lo tanto mientras esto sucede aléjate de tentaciones, la más común es tener el salero en la mesa que si bien muchas veces no es necesario, es por pura inercia que lo utilizamos.
Retíralo del alcance y verás cómo evitas agregar sal extra a tus platillos.
Usa sal de mar
La sal de grano o sal de mar proporciona el mismo sabor pero es menos dañina que la sal refinada, por lo tanto te recomendamos sustituir su uso a la hora de cocinar.