Para la mayoría de las mujeres existe un antes y un después hablando de su belleza, entre aquella juventud despreocupada natural, aquella que se disfrutaba y presumía sin mayor esfuerzo y …la edad madura, la transición a ese tren de ida y que si bien quisiéramos evitar no tiene vuelta atrás, los años pasan y de pronto nos hacemos consciente de esto con la aparición de «las primeras arrugas«.
Esto regularmente se da cruzando el umbral (poco antes, poco después) de los 30 años, así que si ya has notado tus primeras arruguitas o te estás preparando para lo inevitable, esto es lo que debes saber y hacer al respecto:
Mantener la calma
Ante todo quédate tranquila, esto es una transición normal y natural. El notar un par de primeras arrugas no significa que estamos en decadencia o que hay que correr al cirujano para poner remedio, lo principal es entender que todas pasaremos por esto alguna vez. Sin embargo parte de la aceptación es hacer lo posible según nuestra etapa y características.
Usar las cremas correctas
Antes de obsesionarnos por adquirir todo lo que nos venden en el mercado como producto mágico, hay que investigar realmente cuál es la crema correcta ya que éstas varían según nuestro tipo de piel, edad, condiciones, hábitos y resultados que se buscan.
Corregir y prevenir
Esta es una etapa crucial donde las primeras arrugas nos abren el panorama a nuevos hábitos, es hora de echarle una mano a nuestra piel para aquello que ya no logra hacer sola y así mejorar, retardar o incluso corregir aquellas pequeñas arrugas y con esto aprender nuevas técnicas para prevenir las futuras, porque de aquí para adelante será una constante.
Hábitos saludables
Además de el shock tras descubrir esos cambios en nuestra cara, no solo basta con comenzar a usar cremas y ya, tenemos que cambiar (si no lo has hecho antes) de hábitos y complementar todo un conjunto de estrategias que además de regalarle juventud y salud a nuestra piel también lo harán con nuestro cuerpo en general.
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