La radiofrecuencia es uno de los métodos no quirúrgicos con más auge en los últimos años gracias a su efecto y resultados visibles, la accesibilidad y sobre todo el ser un método no invasivo como lo sería una cirugía.
La radiofrecuencia funciona a través de radiaciones electromagnéticas que penetran las capas subdérmicas de la piel y así restaurarla desde adentro.
Los principales beneficios de este procedimiento están:
El drenaje linfático:
Permite drenar el cúmulo de líquidos retenidos y con esto diversas toxinas, lo cual regala una apariencia más sana y joven a la zona tratada.
Aumento en la circulación:
Mejora el funcionamiento del metabolismo, trabajando la zona y activando la regeneración del tejido y piel.
Producción de colágeno:
Con la edad la producción de colágeno disminuye por lo tanto con este tratamiento se reactiva otorgando mayor firmeza desde adentro. Una piel más tersa, sana y elástica será el resultado de dicho procedimiento.
De las principales ventajas como ya habíamos mencionado, está el hecho de no requerir una invasión y agresión como lo son las cirugías, no hay reposo ni estudios médicos.
Los resultados dependen prácticamente de la intensidad del problema, no es lo mismo una piel flácida por falta de ejercicio en una mujer joven que una por daño post embarazo o a edad avanzada.
La radiofrecuencia es un método muy efectivo siempre y cuando se emplée respaldado de otros remedios como una buena hidratación, dieta balanceada y ejercicio moderado.
Se puede utilizar la radiofrecuencia para estimular varias zonas del cuerpo que van principalmente desde los glúteos, piernas, abdomen, cara y cuello. En la cara funciona principalmente al contraer los tejidos, lo cual reduce visiblemente las arrugas y marcas de expresión.
Antes de recurrir a este tratamiento asegúrate de que el lugar donde lo realicen este certificado y cumpla con las normas de salud e higiene necesarias.
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