Si fuéramos más conscientes de todo lo que hacen nuestras manos por nosotras, sin duda las cuidaríamos aún más, sin embargo a veces estamos tan inmersas en la rutina que olvidamos atenderlas y peor aún nos hacemos de malos hábitos que suelen dañar su belleza, para ello aquí una lista de los principales enemigos de nuestras manos para así entonces si es el caso intentar caer lo menos posible en estos casos y procurar unas manos bellas y sanas.
No humectarlas.
Seguramente a la hora de bañarte aplicas crema en todo tu cuerpo y más aún procuras conseguir aquellas marcas que prometen humectación por más de 12 horas, pero te has puesto a pensar cuántas veces lavamos las manos al día, pues para que la hidratación de esta parte del cuerpo sea correcta deberíamos hidratarlas después de cada contacto que tengamos con el agua, es decir al lavar la ropa, lavar los trastes, lavarnos las manos, etc.
Quizá sea una acción un tanto difícil de llevar a cabo pero una vez que nos hagamos conscientes de esto podemos comenzar a procurar el aplicarnos crema más veces al día, para facilitarlo acerca un tarro de crema a un lado del lavabo, lleva uno en tu bolso y consigue detergentes o jabones delicados con tu piel.
Morderse las uñas y cutículas.
Un hábito muy mal visto, no sólo por la mala apariencia de ver a alguien con la mano en la boca sino además de lo poco presentables que son unas manos con las uñas disparejas y cutículas irritadas, si tienes algún problema de estrés trabaja en ello con un profesional.
Corta tus uñas constantemente para evitar la tentación y al momento de hacerte manicura remoja y empuja las cutículas en lugar de arrancarlas.
Productos químicos.
Otro enemigo de nuestras manos es todo aquel producto químico que van desde materiales corrosivos con los que quizá estemos expuestas en el trabajo, hasta los mismos productos de limpieza para el hogar, no proteger nuestras manos debidamente al usarlos puede resecarlas, dañarlas y hasta irritarlas.
Se recomienda utilizar guantes y consecutivamente lavar bien tus manos e hidratarlas con algún producto que además proteja tu piel como sábila o aceite de oliva.
Las manos están expuestas a muchas cosas, son una de nuestras herramientas principales así que es muy fácil que se maltraten por ello procúralas con el mantenimiento y la prevención necesarias.