Dentro del variado abanico de tonalidades y aromas que ofrece un país ten peculiar como la India, uno de los más característicos es el de las fábricas de orejones. La imagen es impresionante: cientos de albaricoques desparramados por el suelo puesto a secar al sol. El olor que desprende, dulzón y penetrante, resulta envolvente y embriagador. El panorama, una gran superficie de colores que van desde el naranja más intenso hasta el amarillo más pálido. Digno de cualquier fotógrafo o pintor que se precie.
Pero, por qué los hindúes consumen tantos orejones para que estas fábricas sean rentables. Además de resultar un alimento muy energético y nutritivo, ideal para combatir trastornos como la anemia, el estreñimiento y los problemas cutáneos, los hindúes están convencidos que son el secreto de la eterna juventud. Por esta razón, los orejones se consideran un alimento sagrado y son consumidos continuamente por los monjes budistas. De hecho, estos religiosos tienen fama de tener una longevidad notoria.
Así que, si quieres beneficiarte tú también de sus propiedades, puedes desecar los albaricoques en casa al estilo hindú. Para ello tan solo tienes que pelar, cortar por la mitad y deshuesar la fruta y exponerla al sol varios días hasta que seque.
