Se dice que los ojos son la ventana del alma y toda ventana requiere de un buen marco para resaltar y así lucir. Lamentablemente nuestro marco está formado por una piel sumamente fina, 5 veces más fina que el resto de la piel del rostro así que su daño prematuro es algo casi inevitable.
Sin embargo como nos encanta ir en contra de la naturaleza, nos hemos empeñado en cuidar, prevenir y reparar el daño causado sobre el contorno de los ojos, lo más común que podemos encontrar son las molestas bolsas, ojeras y patas de gallo.
¿Por qué aparecen?
Así como el daño en esta zona se diversifica también sus causas, entre las más comunes encontramos al desvelo, los rayos solares, contaminación, estrés, desequilibrio hormonal y el cigarro.
¿Cómo se pueden tratar?
Todo dependerá de la gravedad del problema y la propia resistencia de la persona y resultados deseados, existen desde los métodos naturales y caseros, la aparatología, los químicos así como las intervenciones quirúrgicas.
Entre los remedios sencillos digamos, están las cremas y mascarillas, éstas pueden ser comprabas o elaboradas, la idea de estos remedios es la de nutrir e hidratar la piel para devolverle elasticidad y frescura, también pueden ser exfoliantes dependiendo los ingredientes y así ayudar a regenerar las capas superficiales de la piel eliminando así arrugas.
Los tratamientos caseros y tópicos se recomiendan en mujeres jóvenes que desean prevenir o reparar los primeros signos.
Existen también los tratamientos igualmente tópicos o químicos que deben ser aplicados por un profesional cuya finalidad es la misma, hidratar, exfoliar y drenar, sin embargo el tratamiento es más intensivo y profundo recomendado para casos más difíciles pero aún remediables con este método.
Por otro lado tenemos la aparatología se aplica en spas o clínicas de belleza, como su nombre lo indica es el uso de aparatos para estimular los músculos o piel de una manera más profunda y efectiva, pueden ser desde luz pulsada, láser, radiofrecuencia, ondas, etc.
Y como una alternativa extra están los procedimientos quirúrgicos, básicamente se recurre a ellos en personas mayores o donde el daño es muy notorio pues al ser un tratamiento invasivo debe valer la pena su realización.
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