Con el paso de los años a causa de hábitos y alimentos los dientes se van oscureciendo o manchando lo cual puede resultar anti estético e incluso cohibir la autoestima de las personas, por fortuna existen técnicas estéticas que ayudan a recobrar o revitalizar el tono de la dentadura.
El blanqueamiento dental consiste en eliminar esas manchas que se han producido o bien bajarle algunos tonos al color de los dientes que regularmente va de cinco a diez tonos hasta lograr un color mucho más blanquecino, esto se logra utilizando comúnmente agentes blanqueadores de la familia del peróxido.
Si has decidido blanquear tus dientes deberás tomar en cuenta el tipo de técnica que desees emplear para asegurar los resultados y tu bienestar, aunque existen muchos productos que son comerciales y de uso casero, lo mejor es acudir siempre al dental o una clínica especializada, incluso para pedir asesoría sobre el funcionamiento de un tratamiento casero o bien para ponerte en manos de un tratamiento profesional.
Entre las técnicas más comunes puedes encontrar pastas dentales, guardas con producto blanqueador, aplicadores en brocha, láser y ultrasonido entre otros. Además de esto anrtes de optar por un tratamiento de blanqueamiento deberás asistir a una cita dental para valorar el estado de salud de tu boca.
¿En qué conciste?
Es muy común el miedo que se tiene sobre acudir al dentista, pero no te preocupes; el blanqueamiento dental es totalmente sin dolor y aunque cada profesional tiene su propia manera de trabajar, por lo regular el procedimiento es el mismo; acude a una consulta de valoración previa para que el dentista u odontólogo pueda determinar qué tipo de técnica emplear en tu caso dependiendo el estado de tu dentadura y el resultado deseado, a continuación deberán realizar una limpieza previa para proceder al blanqueado.
Lo molesto podría resultar quizá el hecho de tener la boca abierta mucho tiempo, pero si nos concentramos en los resultados esto valdrá totalmente la pena.
Después de un tratamiento de estos deberás seguir o modificar ciertos hábitos por ejemplo dejar de fumar y minimizar el consumo de bebidas con colorantes artificiales. Cepillarte los dientes con regularidad, así como el suo complementario de hilo dental. ¿Te animas?
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