The Last Exorcism o como cai en el engaño de Eli Roth

Por lo general en mi vida cotidiana suelo ser una persona tranquila, relajada y sin pretensiones (aunque claro seguro habrá algún malicioso que me quiera contradecir en este punto), pero cuando hablamos de cine, ahí es cuando afloran todas mis manías; una de ellas son las películas de terror. Las películas de terror se encuentran en esa categoría de géneros que deje de mirar hace algún tiempo y para mí ya quedaron en el recuerdo. O al menos eso pensaba. Es verdad que tuve mi época de amor con ellas , no sé si fue por mis hormonas adolescentes o por el hecho de que vivía en el medio del campo y todo me parecía novedoso; pero lo que si tienen que saber que a) un día de ocio en Caracas, b) la perspectiva de sufrir 2 horas con Zac Efron hablando con su hermano muerto en Charlie St Cloud, y c) dejar elegir a tu acompañante pueden tirar abajo todo tu sistema de principios de un soplo, y así es cómo fue que contra todo pronóstico me metí a ver una de terror.

The Last Exorcism, producida por Eli Roth, el director de las súper mega gores Hostel y Cabin Fever, es un mockumentary, que trata sobre Cotton Marcus, un reverendo de Louisiana que ha dejado de creer en demonios. Este simpático y carismático Reverendo se propone exponer la práctica del exorcismo como un fraude en un documental. Así es como elige al azar la carta de Louis Sweetzer un granjero viudo y preocupado por el ganado de su granja que cree que su hija Nell esta poseída por el demonio. Pero al llegar Cotton a la granja dispuesto a probar que todo se trata de una simple rebeldía adolescente de la angelical Nell, se dará cuenta que no todo es lo que parece…o si.

La película inspirada en el documental ganador del Oscar en 1972, “Marjoe” está dirigida por el alemán, Daniel Stam (A Necessary Death) y actuada por un par de desconocidos; entre ellos Patrick Fabian que ha hecho algunas apariciones en la serie de HBO, “Big Love” y personifica al Reverendo, y Ashley Bell (The United States Of Tara) que interpreta a la supuesta poseída, Nell, quien muy orgullosamente declaro que hizo todas sus escenas.

Tengo que admitir que la primer mitad de la película me mantuvo enganchada y algunas escenas estaban bien logradas, pero lamentablemente no puedo decir lo mismo de la segunda parte que me desilusionó totalmente y salí del cine aferrada más que nunca a mi regla de principios cinematrográficos: No caer mas en el engaño de las Pelis de terror.

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