El ácido hialurónico es producido de manera natural por nuestro organismo, éste es uno de los encargados de mantener la hidratación de nuestra piel, esencialmente en nuestro rostro.
La producción del ácido hialurónico disminuye drásticamente entre los 25 y 30 años de edad y es aquí donde comenzamos a ver cambios en la forma de nuestro rostro, perdemos volumen, la piel se muestra más reseca y las marcas aparecen.
Es aquí donde podemos hacer uso de las maravillas modernas con la aplicación de dicha sustancia de manera externa y localizada mediante un tratamiento estético.
Entre las ventajas de la aplicación de ácido hialurónico está un efecto visible e inmediato, sin tener que esperar a que se refleje tras mucho tiempo de uso o varias sesiones como lo sería con otros tratamientos como cremas o faciales, el resultado dependerá del gusto y necesidades de cada persona pudiendo modificarse y alterarse durante el tratamiento y posteriormente.
Entre sus aplicaciones más utilizadas encontramos el relleno de pómulos, relleno de mentón, relleno de surcos nasogeniano, relleno de labios, corrección de nariz, corrección de ojeras y relleno de arrugas localizadas.
Al tratarse de una sustancia totalmente natural y producida por nuestro organismo, tras su aplicación conseguimos una apariencia totalmente natural devolviendo la juventud a nuestro rostro o mejorando nuestras mismas facciones.
La duración de su efecto varía entre un año hasta año y medio y su aplicación debe ser realizada por un médico certificado.
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Relleno de pómulos con ácido hialurónico
Relleno de mentón con ácido hialurónico
Relleno de surcos con ácido hialurónico
Relleno de labios con ácido hialurónico
Corrección de nariz con ácido hialurónico
Corrección de ojeras con ácido hialurónico
Relleno de arrugas con ácido hialurónico