El principal propósito de un cepillo de dientes es el de lavar los dientes (tal como su nombre lo dice) sin embargo dada a su forma y componentes también nos puede ser muy útil en otras tareas como por ejemplo:
Teñirte mechas:
En lugar de usar el aplicador o una brocha puedes usar un cepillo de dientes para teñir tu cabello, sobre todo cuando quieras hacer mechas ya que por sus cerdas la distribución no es tan pareja como la de una brocha y puede ayudarte al efecto natural.
Peinarte las cejas:
Si no quieres invertir en un cepillo de cejas bien puedes usar uno de dientes de cabeza pequeña y cerdas suaves, es mucho más económico y puede ser reciclado. Ya sea para peinarlas al natural o distribuir el maquillaje este es otro uso que se le puede dar a un cepillo.
Exfoliarse la cara:
A veces el lavado regular de la cara no es suficiente para desincrustar impurezas, cuando sea así puedes utilizar un cepillo de dientes y aplicarte un tratamiento en casa. Humedece el cepillo y después pásalo por algún material granosos como azúcar o sal para posteriormente dar masajes en círculos sobre tu cara, también puedes usar crema o aceite como base.
Para peinarte:
Si acabas de terminar tu peinado y notas esos molestos pelitos provocados por el freeze, no ensucies tus manos nuevamente con productos, mejor acude al siguiente remedio; rocía un poco de spray sobre las cerdas de un cepillo de dientes y peina con suavidad tu cabello.
Otra opción es usar igualmente un cepillo para dar volumen al cabello cepillándolo de arriba a abajo creando crepé.