Durante el primer trimestre de cada año los gimnasios, estudios y salones deportivos se llenan de todas aquellas personas deseosas por hacer un cambio en su vida y qué mejor pretexto para hacerlo que algo tan simbólico como un nuevo año, sin embargo conforme éste va avanzando la deserción comienza a notarse; entre la dificultad para aguantar la inversión que implica mantenerse en forma, la falta de tiempo y el desinterés hay un factor que poco se reconoce y sin embargo afecta a las personas de tal manera que renuncian a uno de sus más grandes sueños, ¿sabes de qué se trata?
Debemos aceptar que si tratamos de cuidar nuestra figura es porque nos interesa nuestra imagen y con ello nos podemos volver mucho más susceptibles a todo lo que esto implique, acudir a un lugar repleto de gente, la mayoría con grandes habilidades y cuerpos perfectos (al menos ante la percepción de un principiante) donde podemos sentirnos intimidados, el miedo a pasar vergüenza es un factor real y detonante.
¿Qué podría salir mal? Entre los principales miedos al acudir como principiante a un lugar de estos, encontramos;
Perder el glamour
¿Y si me despeino? ¿Si se corre mi rimel o se me sale una bubie? Estos miedos rondan por la mente y son muy válidos, sin embargo no tienen por qué detenerte ya que en primer lugar puedes evitar el caos si vistes ropa adecuada y acudes sin maquillaje, por el otro lado es normal despeinarte, sudar, ponerte roja, hacer ruidos extraños y todo lo que conlleva el esfuerzo de un verdadero entrenamiento.
Que todos observen
No temas, seguro que todos están tan concentrados en lo suyo que este miedo queda de más.
No saber qué hacer
Siempre hay una primera vez y si en este momento no sabes qué hacer, para eso estás ahí ¿no? Si es una clase poco a poco irás aprendiendo con la dinámica de la clase, los maestros están acostumbrados a primerizos y todos tus compañeros alguna vez estuvieron ahí, si es un gimnasio libre no dudes en pedir ayuda.
Algún accidente
Tampoco podemos andar por la vida pretendiendo perfección en todo, aún así intenta ser precavida y evitar accidentes graves, sigue instrucciones, reglamentos y ándate con cuidado.
Recibir regaños
Bueno a quién le gusta recibir regaños, pero esto tampoco tiene que limitarte, seguro son parte de la dinámica de clase y como a ti le puede tocar a cualquier otro, aún así debes sentirte tranquila y disfrutar la actividad que hayas elegido realizar.