Ante la lucha por implementar métodos más modernos que ayuden al desarrollo independiente de los hijos se pueden difundir muchos mitos que distorsionan la idea principal y seguirlos de manera cuadrada que en lugar de ayudar estaría perjudicando a nuestros pequeños.
Uno de estos mitos es el que sostiene la idea de que dormir a un bebé con los padres es perjudicial y en cambio se le tiene que dejar solo y de preferencia en un cuarto aparte desde que nace.
Si como padres o nos hemos modernizado lo suficiente y aún criamos de manera conservadora vienen entonces los mil reproches cuando alguien se entera que nuestros niños aún comparten la cama con nosotros.
Sin embargo la mejor manera de contrarrestar un mito es anteponiendo sus beneficios y compartir la cama con nuestros pequeños tiene mucho de ellos.
Mejor descanso
Contrario a lo que se cree, los padres y los bebés dormimos mejor al estar juntos, como madre saber que tenemos a nuestro hijo cerca trae beneficios durante la noche, puedes amamantarlo a media luz, no tener que levantarte cuando llora, asegurarte que está abrigado, etc.
Por el otro lado el bebé se siente protegido, cálido y sus peticiones son atendidas en el acto.
Tiempo de calidad
Muchas veces no se puede pasar el tiempo que deseamos juntos durante el día sobre todo cuando se es madre trabajadora o papá no está en casa, de esta forma al dormir juntos se recupera algo de esta convivencia estrechando lazos para el futuro.
Contacto físico
Imagina qué de malo puede haber en que tus hijos se sientan amados, el dormir juntos es un pretexto ideal para el contacto físico, las caricias, los masajes, todo esto que además de demostrar afecto también les ayuda a desarrollar su campo sensorial.
Aprenden a compartir
Ya sea con los hermanos o los padres, tu hijo aprenderá a compartir y seguir reglas con pequeñas lecciones como el que todos deben estar en cama a cierta hora o que la almohada no es exclusivamente suya.
Evitamos desgracias
Yo dormí a mi hijo durante sus primeros meses de vida sobre mi pecho, era eso o tenerlo en porta-bebe todo el tiempo debido a un grave caso de reflujo. Dormir a nuestros hijos junto a nosotros no tiene por qué interferir en su crianza si no se descuidan las otras áreas de la misma y por el contrario podemos evitar muchos problemas como la muerte súbita u otras enfermedades al no estar bien supervisados de noche.
- Claro que hay que tener la mente abierta y tomar ciertas medidas, por ejemplo tener cuidado de no lastimar cuando el bebé es muy pequeño y de preferencia adaptarle un lugar junto a nosotros.
- No descuidar otras áreas de la crianza que puedan motivar su autonomía y confianza.
- Colocarlos siempre del lado de la pared para evitar caídas.
- Esto aplica cuando son niños pequeños, conforme vayan creciendo necesitarán su propio espacio.