Hasta los 6 meses no hay nada mejor para tu hijo que la leche materna. Notarás que tu hijo crece fuerte y sano con ella. Pero ya llegaron los 6 meses y el pediatra te dirá que debe comenzar a comer.
Al principio puedes comenzar con puré, el de calabaza y boniato es dulce y les encanta, y lo mas recomendable es empezar de a una verdura, de esta manera podrás ver cual es la que más le gusta y asimila mejor. Algunos niños pueden ser alérgicos y si comienzas a darle varias verduras juntas, no podrás saber cual fue la que lo enfermó. Puedes también darle, después de estas papillas de verdura, alguna de frutas, como ser manzana, banana, pera, ya sea en puré o alguna de ellas en compota.
Es importante no forzar al niño, ya que este debe ser un momento agradable y tranquilo, no todos los niños quieren dejar el pecho por la comida, por lo que en algunos casos puede resultar mas difícil. Asimismo mantener un horario para las comidas devendrá en que el niño se acostumbre a comer a esa hora, lo cual nos facilitará a nosotras las cosas, ya que si siempre lo alimentamos a las 12 del mediodía, cuando el se ponga inquieto a esa hora, sabemos que será por hambre y esperará su comida.
Después de el séptimo mes, ya puedes agregar a su dieta polenta, arroz y carnes rojas o blancas, debidamente trituradas, ya que aún nuestro hijo no tiene dientes y puede que aún continué en la etapa de succión, es decir, no queriendo masticar pero si mamar, en este caso es conveniente prestar atención a la evolución que lleva nuestro pequeño respecto de la comida. Si te preocupa la falta de hierro, también puedes ofrecerle hígado, que por ser una fuente de hierro y poseer una carne relativamente blanda, nuestro hijo no tendrá que hacer demasiado esfuerzo para comerla, obteniendo una buena dosis de hierro para su cuerpo
Durante estos meses es conveniente que sólo mantenga una comida al día, continuando el amamantamiento.
