Durante el embarazo se desencadena una revolución hormonal provocando un cambio por fuera y por dentro. Todos esos mensajeros químicos, como la progesterona, gonadotropina corionica humana, corticosteroides, hCG, envían al cuerpo un seguro para una anidación del huevo seguro y al mismo tiempo deprimen el sistema inmunitario para no atacar al feto.
Recordemos que el bebé es un organismo totalmente diferente al tuyo, con hormonas que forman el metabolismo a tope, incrementando órganos como el corazón y riñones que le dan lo necesario al bebé.
Síntomas del embarazo
La mayoría de las mujeres creen que durante el embarazo, mucho antes que el test de la presencia de hCG dentro de la orina de depósito, producido por los cambios físicos y sensaciones que provocan las hormonas.
Este tipo de cambio provoca un acenso de la temperatura corporal, un grado más que en el inicio por medio de la progesterona en el organismo. Además, la hCG y la progesterona inducen al sueño. Aumentando el metabolismo del corazón, un promedio de más del 50% al final del primer trimestre.
La tensión arterial disminuye, incrementando la sensación de un soporte continuo. También es muy habitual la congestión en las mucosas de la nariz, laringe y faringe, en forma pasajera.
Con relación al gusto y al olfato, los cambios en varios sentidos con el incremento de estrógenos estabilizan los olores o sabores que pueden resultar muy desagradables. Además, es posible que hayas notado un sabor metálico dentro de la saliva.
La sensibilidad de los pechos se vuelve más elevada, que hasta un simple roce de la ropa puede ser molesto. Debido a los estrógenos. Desde los primeros estadios del embarazo, los picores, la hinchazón y punzadas son normales. De esta forma, el oscurecimiento de la areola del pezón es muy frecuente y la aparición de los pequeños bultitos conocidos como tubérculos de Montgomery.